Personas no identificadas provocaron un incendio que derribó árboles y quemó parcialmente otros en una sección de la ruta 1856, conocida como la trocha fronteriza con Nicaragua.
Las llamas arrasaron además plantas que tenían apenas dos años de sembradas y eran parte de un proyecto de reforestación en la margen costarricense del río San Juan, con el cual se busca mitigar los efectos de la apertura de esa vía.
Los efectos del siniestro quedaron al descubierto el sábado anterior, dos kilómetros al este del pequeño caserío de Tiricias de Cutris, en San Carlos.
La Nación corroboró que se le prendió fuego a árboles de más de 15 metros de alto, desde sus raíces. Esto hizo que se derribaran, cayendo sobre la carretera y con eso impidieron el tránsito de vehículos.
¿Posible venganza? El proyecto de reforestación afectado es promovido por la Comisión de Desarrollo Forestal de la Zona Norte, además de colegios, universidades y el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE).
El viernes anterior, Rogelio Jiménez, director de Áreas de Conservación de la Zona Norte, denunció a través de medios de prensa de San Carlos, que gente no identificada estaba haciendo quemas en el corredor fronterizo norte por el que pasa la trocha. Dijo que los responsables de los incendios actuaban por venganza, molestos por las medidas de control que puso el Minae para evitar más daños a la naturaleza.
Habitantes de Tiricias, Crucitas y Jocote, respaldaron las aseveraciones de Jiménez y lamentaron lo ocurrido.
En los últimos dos años se han sembrado allí más de 27.000 árboles de especies como corteza amarillo, almendro y laurel.