Un grupo de 59 jóvenes candidatos, de 37 partidos políticos, lograron consensuar un pacto ético interpartidario que dirigirá sus acciones durante las elecciones municipales del 4 de febrero de 2024.
Este documento fue elaborado durante un taller de 36 horas, llevado a cabo del 3 al 5 de noviembre en Sitio Mata, una comunidad de turismo rural en Turrialba. Durante este encuentro, los participantes, provenientes de 32 cantones, acordaron compromisos centrados en la ética y la integridad en el ejercicio de la política.
Se llama Pacto Ético Interpartidario Sitio Mata. Mauricio Artiñano, vocero de la iniciativa, explicó que el documento lo elaboraron los 59 aspirantes, pero la idea es que lo firmen los partidos políticos y candidatos de los comicios del 2024.
Para dichas elecciones, 77 partidos entre nacionales, provinciales y cantonales presentaron inscripciones para cerca de 40.000 candidaturas.
En el pacto, que consta de 25 compromisos, el grupo se compromete a defender y promover el funcionamiento de la institucionalidad democrática. También acordaron el cumplimiento riguroso de la legislación y las disposiciones del Tribunal Supremo de Elecciones, así como la priorización del ejercicio cívico y el respeto al proceso democrático.
Los participantes se comprometieron a fomentar la participación ciudadana en el sufragio como símbolo de la solidez institucional. Asimismo, buscarán llevar a cabo una campaña electoral exenta de ataques personales y partidistas, priorizando propuestas y debates respetuosos. Reconocen que el respeto mutuo es esencial en el ejercicio de la política.
También asumen el compromiso de difundir ampliamente los planes de gobierno en redes sociales, medios de comunicación y espacios presenciales. Del mismo modo, procurar un uso transparente y responsable de las herramientas de inteligencia artificial; garantizar el respeto y la no discriminación hacia todas las personas y grupos, independientemente de su género, etnia, procedencia, religión, situación socioeconómica, orientación sexual, condición u otra característica.
Además, rechazar los discursos discriminatorios y de odio, así como cualquier forma de violencia política.
Quienes consensuaron el llamado Pacto Ético Interpartidario Sitio Mata provienen de partidos cantonales, provinciales y nacionales ya conocidos como Liberación Nacional (PLN), Unidad Social Cristiana (PUSC) y Aquí Costa Rica Manda (ACRM); según explicó el vocero nacional de la iniciativa, Mauricio Artiñano.
El proyecto es liderado por la asociación cívica Costa Rica Íntegra (CRI), el capítulo costarricense de Transparencia Internacional, una organización que promueve la ética y la transparencia del ejercicio de la política.
Artiñano añadió que el Pacto Ético Interpartidario es una réplica de iniciativas realizadas en Panamá, Colombia, Perú, Uruguay y Argentina, con la diferencia que en la versión costarricense se realiza con jóvenes.
Los jóvenes pudieron
Artiñano rememoró las dudas que surgieron antes de iniciar el taller, con preguntas que cuestionaban la viabilidad de poner de acuerdo a 59 personas de distintos partidos en un fin de semana para redactar un texto, pero resaltó que prevalecieron aspectos como los ideales de los jóvenes que los unen.
El coordinador señaló que el grupo comenzó sin ninguna palabra concreta sobre la mesa, solo con la posibilidad de fracaso flotando en el ambiente. “Sin saber si lograríamos algo. ¿Por qué lo hicimos? Porque creíamos fervientemente en la idea de que la ética e integridad podrían ser la base que nos uniera”.
En sus declaraciones, Artiñano destacó que una de las previsiones tomadas fue llegar a un acuerdo por consenso, evitando que la discusión se centrara en diagnósticos o recriminaciones, optando en cambio por buscar soluciones concretas.
“Las conversaciones no giraban en torno a qué partido era mejor o peor. Nada de ‘soy del partido de esto’, sino debates enriquecidos por ideas y propuestas. Nos enfocamos en la viabilidad política de lo que estábamos desarrollando”, narró.
“En lugar de sumarnos al discurso polarizado, nos aventuramos en un viaje hacia lo desconocido. Aunque no todos compartíamos la misma visión, al menos estábamos dispuestos a escucharnos. Al final, eso hizo la diferencia”, concluyó Artiñano.