La demolición de aquella vieja y deteriorada edificación que alguna vez albergó la sede central del Consejo Nacional de Producción, en Sabana Sur, sigue sin completarse totalmente.
El Banco de Costa Rica (BCR) reportó la culminación de los trabajos de demolición y limpieza de 23 edificios y 20 silos que estaban ubicados sobre los terrenos que son de su propiedad.
No obstante, aún permanecen en pie algunas deterioradas estructuras, las cuales se encuentran en una parte de la propiedad, que pertenece al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
Entre las construcciones vigentes figura la representativa columna con el anterior logotipo del CNP, así como las oficinas justo al lado de la vía férrea, al costado suroeste de la Municipalidad de San José.
De acuerdo con el BCR, ahora le corresponde a esa otra entidad ordenar su demolición para terminar de desmantelar la antigua sede del Consejo Nacional de Producción, construida en 1956.
La gran propiedad que albergó ese inmueble mide en total 22.000 metros cuadrados, de los cuales, 3.154 metros cuadrados pertenecen al Ministerio de Obras Públicas.
La parte más grande, en tanto, de 18.846 metros cuadrados, fue comprada por el Banco de Costa Rica al Consejo Nacional de Producción en 2013.
Durante casi nueve años, la entidad bancaria le alquiló al propio Consejo las oficinas de ese inmueble. No obstante, en 2022 el BCR decidió finalmente comenzar con la demolición, debido a su importante deterioro y a la invasión de personas en situación de indigencia.
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La división de esa gran propiedad entre dos instituciones públicas muestra un panorama de contrastes que poco contribuyen a la seguridad y al atractivo visual de la zona.
En la parte que pertenece al BCR, básicamente solo quedan la base de concreto de las antiguas oficinas y los parqueos. Del lado del MOPT persisten los remanentes de la deteriorada edificación.
Los vecinos han reclamado que esta situación ha aumentado la inseguridad, debido al uso de esos espacios para consumir y vender droga. En tanto, por las noches son usados por personas en situación de calle.
De hecho, el BCR reportó que tuvo que reforzar la seguridad en su propiedad por esta problemática. “Esta fue una de las razones por las cuales también se demolió la edificación que pertenece al Banco”, señaló la entidad.
Entre otras de las causas, apuntó que criterios técnicos señalaron la necesidad de demoler las edificaciones porque estaban “deterioradas y no contaban con los requerimientos de seguridad e infraestructura para su utilización o remodelación”.
Todo esto ocurre en medio de la gran incertidumbre sobre el uso que el Banco le dará a esa propiedad. Si decide abrir una nueva agencia, si construye oficinas o si simplemente lo dejará en esa condición por años.
De momento, la institución no tiene un proyecto definido para esos terrenos. Así lo reconoció Mynor Hernández, gerente corporativo de Operaciones del BCR.
“No hay un uso específico para la propiedad debido a que la institución continúa destinando todos sus recursos en priorizar esfuerzos para potenciar el desarrollo económico del país, promoviendo el crédito y los servicios que favorezcan a los diferentes sectores de la población”, comentó Hernández.
La Nación envió consultas al Ministerio de Obras Públicas y Transportes, no obstante, no se recibió respuesta al momento de esta publicación.