Daniel Calderón fue enviado a trabajar desde su casa al inicio de la pandemia y comenzó a pasar más tiempo con sus perros, pero ahora no está seguro de cómo van a reaccionar cuando él tenga que volver a la oficina.
Aunque disfruta bastante de compartir con sus canes, asegura que se han vuelto mucho más apegados y dependientes, al punto de que se resienten, cuando los deja solos en la casa, unas cuantas horas.
Veterinarios y especialistas en comportamiento animal consultados por La Nación explicaron que los cambios de rutina, producto del confinamiento, podrían estar generando síntomas de estrés y ansiedad en las mascotas.
Primero, la afectación ocurrió porque sus propietarios empezaron a pasar mucho tiempo con ellas debido al teletrabajo, pero es posible que algunas ya estén afrontando o afronten pronto otro cambio, con el regreso de sus amos a sus lugares de trabajo.
El veterinario Óscar Robert Escalante explicó que esto podría provocar problemas en cualquier tipo de mascota, pero advierte de que los perros podrían ser los más afectados porque se apegan mucho a los horarios.
Indicó que los dueños deben intentar mantener las rutinas de los animales sin alteraciones repentinas y prevenir cualquier cambio, con varias semanas de anticipación, para no provocar choques abruptos.
Además, comentó que las personas sí pueden compartir tiempo con los animales mientras laboran o realizan actividades del hogar, pero que también es importante mantener varios límites.
“Hay que darles su espacio y no estar molestándolos todo el día. Si el perro quiere estar descansando en su cama, dejarlo en paz. También es importante que el animal respete los espacios del dueño”, agregó Robert.
Por su parte, el entrenador canino Hans Paniagua explicó que, cuando las mascotas dejen de compartir tanto tiempo con sus propietarios, podrían llegar a sufrir de ansiedad por separación.
De acuerdo con el especialista, esta condición ocurre cuando el animal doméstico no tiene acceso a su amo y no es capaz de gestionar su propia soledad porque está consumido en la dependencia.
“Cuando hay ansiedad por separación van a estar los típicos casos de perros que rompen cosas, que ladran, que lloran todo el día, que hacen huecos, que aúllan o inclusive, que empiezan a tener problemas de estrés o pérdida de pelaje por el mismo cambio de rutina”, señaló Paniagua.
Relación sin dependencia
Una solución para esto es trabajar la independencia de las mascotas de forma frecuente y no abrumarlas durante todo el día, sino más bien brindarles sus momentos a solas cada vez que se pueda.
Paniagua destacó que es importante que el animal tenga una zona donde pueda liberarse y que no es necesario que sea muy extensa, sino que se complemente con tiempo de calidad junto a su dueño.
“Un perro que viva en un apartamento de 60 metros cuadrados puede vivir más feliz que otro que viva en una hectárea, siempre y cuando el dueño cubra las necesidades físicas y mentales del can.
“Por ejemplo, hay perros que viven en propiedades enormes y ni les ponen atención. No los sacan a caminar, no los ponen a trabajar y demás. Y hay perros que viven en una torre de apartamentos y sus dueños sí les dedican bastante tiempo durante el día”, explicó el especialista.
Así mismo, resaltó que, los propietarios que deban volver a sus oficinas en un futuro tienen que ir prolongando, desde ya, los ratos que dejan solas a sus mascotas para que el cambio no sea tan brusco.
“Hay que ir simulando la rutina que vamos a tener cuando ya no estemos en casa y no dejar que el perro o el gato esté siempre a nuestros pies o sentado a un lado de donde laboramos en nuestro hogar.
“Si ahorita durante el teletrabajo generan una dependencia completa, va a ser muy negativo luego, porque en el momento en que las personas no estén, habrá problemas”, argumentó Paniagua.
Prevención
La veterinaria Adriana Chacón por su parte, explicó que la ansiedad por separación puede manifestarse de manera leve o severa y que hasta puede requerir de medicación, por lo que es mejor prevenirla.
Mencionó que en el caso de los gatos, son animales más independientes y tienen una personalidad que los hace no ser tan apegados como los perros, por ejemplo, pero que eso siempre depende del tipo de crianza.
“Cuando les da esa ansiedad, los perros destruyen cosas o dejan de comer. En cambio, los gatos pueden ser muy silenciosos y volverse más apáticos, menos activos y hasta tener problemas como no hacer sus necesidades en los lugares respectivos”, precisó la doctora.
Chacón sostuvo que durante el tiempo de teletrabajo es mejor que los propietarios no “chineen de más” a sus mascotas o que la atención no sea excesiva, porque se van a acostumbrar a eso.
“También es importante que el proceso de salida y entrada a la casa no sea con mucha bulla y que no se haga mucho énfasis en que el propietario está saliendo de la casa para que la mascota lo vea como normal.
“En cambio si el propietario llega y la saluda, y la mascota empieza a llorar apenas lo ve o cuando se está yendo, eso sería incentivar la ansiedad por separación y puede inclusive terminar en trastornos de conducta bastante severos”, concluyó Chacón.