En los próximos días, la empresa contratada por el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) retomará los trabajos de recarpeteo sobre las losas de concreto de la carretera Florencio de Castillo, que va de San José a Cartago, específicamente en el sector de Ochomogo.
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Las obras continuarán pese a que el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) calificó como “inadecuadas” las prácticas constructivas en dicha obra, principalmente, la colocación de asfalto sobre losas de cemento deterioradas.
De hecho, tales observaciones motivaron a que los trabajos se suspendieran desde comienzos de abril. Para Lanamme, lo correcto sería quitar definitivamente las losas para poner asfalto encima, o cambiar las losas.
El director del Conavi, Mario Rodríguez, dijo que los trabajos continuarán porque, si bien dan razón al Lanamme sobre lo señalado, se trata de “visiones” distintas. Para él, “la oportunidad de hacer lo que pide el Lanamme no es esta”.
“Lanamme tiene toda la razón del caso, hay que ciertas cosas cuando hablamos de modificaciones del pavimento, hay una forma de hacer las modificaciones estructurales en el pavimento, pero lo que nosotros estamos haciendo son modificaciones en la movilidad con la que las personas puedan transitar sobre la vía”, explicó.
Según dijo, al asfaltar sobre las losas existentes buscaban mejorar la movilidad de los vehículos por ese sector de la carretera Florencio del Castillo.
Además, afirmó, debían buscar una solución que se pudiera ejecutar en horario nocturno con la menor afectación posible del tránsito.
Describió este trabajo como una respuesta de corto plazo, mientras llega la respuesta definitiva que sería la concesión de la carretera, para lo cual el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) actualmente estudia “una oferta muy seria”.
Rodríguez hizo referencia a la iniciativa privada presentada por la empresa MECO, para ampliar de cuatro a seis carriles la vía que va de Hacienda Vieja, en Curridabat, hasta Taras, en Cartago. Esta incluye un viaducto que conectaría Zapote con dicha intersección en Hacienda Vieja.
“Todo lo que dice Lanamme sobre las buenas prácticas para diseñar un pavimento y para construir un pavimento se tiene que cumplir cuando nosotros tengamos una empresa que va a hacer una concesión o cuando nosotros vayamos a hacer un diseño de pavimento pensando en 10, 15 años, pero ahora nosotros no estamos pensando en eso, estamos pensando en una solución de corto plazo.
“No se justifica que en un trabajo de corto plazo, porque tengo una oferta de un concesionario... me ponga a quitar todas las losas y hacer el todo el trabajo de excavación que tengo que hacer en la noche, porque estoy pensando en movilidad y agilizar el tránsito ahí", expresó.
Rodríguez insistió en que haber hecho un trabajo como el recomendado por el Laboratorio implicaba realizar excavaciones y chorrear losas nuevas que duran al menos siete días “curándose”, por lo que habría significado interrumpir el tránsito durante esos lapsos en los distintos tramos.
Según dijo, es muy probable que cuando la empresa que resulte adjudicada con la concesión asuma, tenga que rehacer el trabajo, por lo que habría sido una “malísima decisión” diseñar un pavimento para un plazo mayor, cuando dentro de pocos años un concesionario deberá rehacerlo.
Tres semanas
Bajo estos criterios, el Conavi está decidido a retomar las obras a partir del 15 de junio, siempre en horario nocturno, de 10 p. m . a 5 a. m.
En este momento, solo queda pendiente colocar una capa de asfalto adicional y colocar losa en algunas partes donde no hay pavimento. No obstante, el reinicio se ha retrasado a causa de las lluvias.
La expectativa es que una vez que se retomen se completen en unas tres semanas.
Rodríguez manifestó que a pesar de ser un trabajo “de corto plazo” cuentan con la garantía del contratista de que este deberán mantener condiciones óptimas por el tiempo previsto y , en caso contrario, la empresa deberá corregirlo sin costo para el Estado.
Precisamente, ese fue uno de los riesgos advertidos por el informe del Lanamme. Según este, al colocar mezcla asfáltica sobre una subbase desnivelada y visiblemente contaminada, producto del excesivo periodo en el que las losas de concreto permanecieron agrietadas permitiendo la entrada de agua, esta podría presentar deformaciones en un corto plazo.
Lanamme, por su parte, informó mediante la oficina de comunicación de que el proceso de auditoría se continuaría realizando en ese proyecto y que esperarán hasta tener los diseños de las obras.
Los trabajos que se iniciaron a finales de febrero, tienen un costo de ¢1.800 millones e incluían la intervención total de 6,5 kilómetros divididos en tres tramos.