De poco más de 350.000 estudiantes que asistieron al colegio en el 2018, ¿sabe cuántos se quedaron?

La respuesta sorprendería a cualquiera: solo seis, todos de colegios privados.

Sí, el año de la huelga más larga de la historia en Costa Rica es también el año de las estadísticas más favorables en educación aunque, no necesariamente, las más realistas en cuanto al desempeño de los alumnos.

Al revisar los cuatro años hacia atrás, del 2014 al 2017, en cada uno hubo cerca de 30.000 jóvenes reprobados en secundaria, entre 8% y 9% de la población total de alumnos tuvieron que repetir el año. Sin embargo, al cierre del 2018, el porcentaje de los que perdieron el curso lectivo fue cero.

No solo los números de reprobados cayeron el año pasado. También disminuyó considerablemente el porcentaje de aplazados. Cada año, cerca de 100.00 estudiantes (un 30%) pierden de una a tres materias, por lo cual deben ir a convocatoria.

Sin embargo, en 2018 esa cifra bajó a 38.500 (un 11%).

Con todos estos resultados, es evidente que la cifra de aprobados en secundaria del año pasado también es un récord: llegó al 90% (313.083) mientras que generalmente ese número ronda el 60% del estudiantado (unos 200.000).

¿Cuál es la explicación?

En otras circunstancias, las cifras serían de celebrar, pero el convulso año lectivo 2018 impide hacerlo, los muchachos estuvieron sin clases el último trimestre del año.

El Ministerio de Educación Pública (MEP) da dos explicaciones al 0% de reprobados: una es circunstancial y la otra permanente; no obstante, las dos se resumen en ayudas de la institución a los alumnos.

La primera tiene que ver con los seis escenarios que se manejaron debido a la huelga; fueron alternativas “para la conclusión del curso lectivo con el menor perjuicio para el estudiante". Estas incluyeron la posibilidad de una prueba de reposición adicional a las dos convocatorias que se hacen, en diciembre y febrero, si el alumno perdía una materia.

“El MEP tuvo que tomar las medidas que correspondían como responsable del derecho educativo de los estudiantes que se estaban viendo afectados por 89 días de huelga.

“En ese sentido, en una huelga que nunca se había dado en el país, el Ministerio hizo un analisis de la cantidad de centros cerrados, cuáles eran sus condiciones y, a partir de ahí, empieza a hacer un planteamiento, y diferentes escenarios posibles de promoción de los estudiantes que no podían verse afectados ni ellos, ni su familia. Los escenarios se aplicaron en todo el país”, explicó Guiselle Cruz, viceministra académica del MEP.

La segunda explicación se relaciona con una modificación que hizo el Consejo Superior de Educación al Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes, a finales del 2017, para aplicar a partir del 2018, que abrió la posibilidad a los colegiales de hacer convocatoria en todas las materias que perdían.

En el pasado, solo se permitía ir a ampliación si se perdían tres asignaturas; con cuatro los colegiales debían repetir el año y quedaban en condición de reprobados. Ahora no, el MEP permite ir a convocatoria sin importar el número de materias perdidas.

Cruz afirmó que no se atreve a señalar cuál de las dos ayudas pesaron más para que el 90% de los alumnos pasara el año.

“El Consejo Superior de Educación tomó esas medidas atendiendo las necesidades de los estudiantes. Hoy por hoy en el mundo, el tema de la promoción ha venido cambiando. Cuando estaba en el colegio se reprobaba con tres materias; es una mayor oportunidad a los estudiantes para que puedan promocionar su año”, indicó Cruz.

Un dato adicional es que la cantidad de aprobados puede aumentar aún más debido a que estas estadísticas son al cierre del 2018, a este mes el MEP no disponía de los resultados de la convocatoria de aplazados de febrero.

El Ministerio explicó que los seis alumnos que reprobaron el año son de centros educativos privados, donde no hubo huelga y, por lo tanto, tampoco medidas de compensación. Además, estos no aplicaron la modificación al Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes porque tienen sus propios sistemas de evaluación.

Año atípico

Para Isabel Román, directora del Programa Estado de la Educación, las cifras del año pasado deben considerarse “atípicas” por el contexto de la huelga.

Por ejemplo, el bachillerato del 2018 tuvo una promoción final que llegó al 82%; la más alta desde que se instauraron las pruebas hace 30 años, pero con algunas ventajas debido a la huelga.

La Nación publicó que solo el 25% de los estudiantes (uno de cada cuatro) logró aprobar todas las pruebas sin ayuda del MEP. En 2017 la promoción de las pruebas nacionales en los colegios académicos fue de 66,53%.

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Además, el porcentaje de abandono en secundaria en 2018 bajó a 3,5%. En 2017 ese porcentaje era de 7,2%.

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"Estas cifras son atípicas y hay que tomarlas así. Las opciones que el MEP tenía eran eran muy limitadas. Obviamente, la factura no se le puede pasar a los estudiantes, se hicieron planes remediales pero a efectos de lo que pasó en 2018, no había ninguna alternativa.

“Lo más importante ahora son los planes remediales para recuperar ese año tan atípico y que no vuelva a ocurrir una suspensión de clases porque sería mayor el impacto. Queda aplicar los planes lo más riguroso posible, desarrollar estrategias de apoyo específicas para los estudiantes más vulnerables y asegurarse de que no haya otra interrupción tan prolongada del curso lectivo”, manifestó Román.

¿Cómo calculó el MEP la nota final de los alumnos?

En el primer escenario se le ponderó el promedio final del alumno con las notas del primero y segundo trimestre en cada materia. Según Guiselle Cruz, estos son los periodos en los cuales los alumnos tienen mejores notas.

El trimestre en el cual al alumno le fue mejor, tenía una valor de un 60%; el otro, un 40%. Si al alumno, aun así perdía la materia, podía ir a hacer examen de reposición, y si volvía a perderla, tenía posibilidad de hacer dos convocatorias más para pasar la asignatura que debía y ganar el año.

El segundo escenario consistía en que si al alumno solo tenía nota del primer trimestre en las materias, se le reconocía esa calificación como promedio general para ganar el año. Si ese promedio era inferior a la nota requerida para pasar, se le debía hacer la prueba de reposición solo con la materia vista en el primer trimestre.

Si aun así sacaba mala calificación en la nota, tenía dos oportunidades más para pasar en las convocatorias.

El tercer escenario se planteó si el alumno no se le conocía nota de ninguno de los trimestres. Si era alumno regular, se le daba un 50% de la nota en cada materia, el resto era el resultado de una “estrategia de promoción”.

“La estrategia de promoción puede consistir en resolución de casos, resolución de problemas, exposiciones, resolución de ejercicios, prácticas experimentales y otras actividades que promuevan el desarrollo integral de los estudiantes y es aplicable en cualquiera de las asignaturas y en todas aquellas que se requiera”, explicó la Guía para la Conclusión del Curso Lectivo 2018 (DVM-AC-0036-11-2018).

El MEP también contempló ayuda en un cuarto escenario. Era para el alumno que dejó de ir a clases durante la huelga aunque su profesor sí estaba impartiendo lecciones.

A falta de docentes por el movimiento, quienes aplicaban estos escenarios eran quienes sí se encontraban en el centro educativo: director, supervisor, un profesor de otra materia, etc.

En los escenarios cinco y seis, la ayuda iba dirigida a alumnos de la educación para adultos y al trabajo de las direcciones regionales en la ponderación para los estudiantes que no pudieron encontrar a nadie que les ayudara a sacar su nota final.

¿Qué pasó en primaria?

En primaria, el Ministerio de Educación reportó reprobados en 2018 pero muchísimo menos que en años anteriores.

El año pasado, 2.558 niños de escuela perdieron el año (un 0,6%). En 2017 fueron 9.943 los que perdieron el curso lectivo (un 2,3%).

¿Por qué sí hubo reprobados en primaria y en secundaria no?

María Alexandra Ulate, directora de Desarrollo Curricular del MEP, dijo que a los escolares se les aplicaron los mismos seis escenarios que se aplicaron con la huelga.

Sin embargo, en el caso de ellos no se implementó la modificación al Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes de la misma forma que en secundaria.

En primaria se aumentó la cantidad de materias en las que los alumnos podían hacer convocatoria si se quedaban, pero no en el 100%, como en el caso del colegio.

“Cuando la persona estudiante obtiene la condición de aplazado en menos del 60% de las asignaturas del respectivo plan de estudios, tendrá derecho a presentar pruebas de ampliación en las asignaturas aplazadas. Si obtiene la condición de aplazado en el 60% o más, tendrá la condición de reprobado debiendo repetir el año escolar”, se lee en la modificación al Reglamento.

Antes, como en secundaria, si el alumno perdía tres materias, podía ir a convocatoria. Si se quedaba en cuatro o más debía repetir el año.

Estas ayudas permitieron que en primaria, la aprobación de alumnos pasara de 90,7% (398.299 alumnos), en 2017, a 97,6% en 2018 (438.685 estudiantes).