EscucharMaría Piedra quería que su hija Diana estudiara en la Escuela Jesús Jiménez Zamora, en Cartago, porque es la que queda más cerca de su casa.El problema es que en ese centro educativo no hubo cupo para la niña.
Debido a la situación, doña María debió matricularla en la Escuela Ascensión Esquivel Ibarra, donde sí encontró un campo para Diana. Ese centro le queda un kilómetro más lejos que la escuela en la que deseaba que su hija estudiara.
La misma situación afectó a otros 1.930 estudiantes en el país, informó a La Nación el viceministro de Planificación del Ministerio de Educación Pública (MEP), Leonardo Sánchez.
Según dijo, estos casos son consecuencia de cambios demográficos que experimentan muchos distritos. Datos del MEP señalan que 137 centros educativos no tuvieron la capacidad para atender a todos los niños y jóvenes que solicitaron ingreso.
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Por ejemplo, en la provincia de Alajuela, 161 estudiantes se vieron afectados por esta situación. Según Sánchez, esto se debe al notable crecimiento urbano experimentado por el cantón Central de esa provincia, el cual ostenta el mayor incremento poblacional del país en la actualidad.
En los últimos 23 años, este cantón registró un aumento de 100.000 habitantes, especialmente en los distritos de San Rafael, la Guácima, San Antonio y San José, los cuales generaron una demanda que el MEP no ha podido satisfacer. Por ende, estos estudiantes se vieron obligados a ser ubicados en centros educativos que no eran la primera opción de sus padres.
En San José y Desamparados, el MEP tuvo que reubicar a 801 alumnos por la misma razón. En Limón, la alta demanda afectó a 86 estudiantes, mientras que en Puntarenas se vieron afectados 325 alumnos residentes en Quepos, Aguirre, Jacó y Parrita.
En la zona de Cartago, fueron reubicados 200 menores; en Guanacaste, 198; en la zona sur, 59; y en la zona Norte-Norte, 70 estudiantes. En Occidente, el problema perjudicó a 30 estudiantes.
Sánchez señaló que, por ejemplo, en Costa Rica existen escuelas en cada distrito, por lo que cambiar de lugar a los estudiantes no representaba un problema mayor.
En cuanto a los colegios, explicó que están ubicados a una mayor distancia entre sí, por lo que en esos casos el MEP tuvo que ofrecer el servicio de transporte estudiantil.
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Al tiempo que la entidad toma estas acciones, en otras zonas debe cerrar escuelas, principalmente unidocentes, por la caída en la matrícula.
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Todos los distritos del país tienen una escuela, dice el MEP, por lo que la ubicación de escolares sin matrícula no es tan complicada. Con los colegiales, sí implica traslados mayores. (Rafael Pacheco Granados)
Demanda insatisfecha
El MEP no solo enfrenta la dificultad de ubicar a sus estudiantes en diferentes centros educativos debido a su incapacidad para atender la demanda; también hay otros servicios ofrecidos por el Ministerio que afrontan dificultades.
En los 10 colegios científicos del MEP, conseguir una matrícula es todo un desafío, ya que la capacidad es insuficiente para dar cabida a todos los solicitantes. Por ejemplo, solo en el año 2022, 865 estudiantes realizaron la prueba de admisión para el ciclo lectivo 2023. De estos, solo 487 lograron ingresar, lo que equivale al 56% de los aspirantes, según datos proporcionados por el Departamento de Estadística del MEP.
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Por otro lado, la educación técnica también enfrenta problemas de saturación y no puede atender a la gran cantidad de interesados. El exdirector de Educación Técnica del MEP, Pablo Masís, explicó anteriormente a este diario que, de los 300 estudiantes que inician el proceso de admisión en sétimo año, generalmente solo se puede admitir a 100.
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