París. La extrema derecha francesa de Marine Le Pen fracasó este domingo en su intento de conquistar su primer gobierno local, mientras que el partido centrista de Emmanuel Macron sufrió un nuevo revés en la segunda vuelta de comicios regionales a diez meses de las elección presidencial.
El joven partido presidencial de Macron, La República en Marcha (LREM), no logró imponerse en ninguna de las 13 regiones de la Francia metropolitana debido a su falta de presencia territorial y manejo de bases electorales.
Según los sondeos, este grupo obtendría apenas 7% de votos, viéndose relegada a ser la quinta fuerza política a nivel nacional, detrás de la derecha, la izquierda, los ecologistas y la ultraderecha.
Es una “decepción para la mayoría presidencial”, admitió Stanislas Guerini, jefe de LREM.
La abstención fue la gran protagonista de estas elecciones. Casi dos tercios de los cerca de 48 millones de votantes dieron la espalda a las urnas prácticamente al mismo nivel que en la primera vuelta la semana anterior. Esto marca un récord histórico de abstención.
“Lo que estamos viendo es la culminación de una desconexión entre los votantes y la clase política”, afirmó Jessica Sainty, profesora de política en la Universidad de Aviñón, aunque reconoció que la crisis de covid-19 también influyó en la alta abstención.
Los resultados fueron también decepcionantes para el partido de Le Pen, Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés), que fracasó en su intento de ganar por primera vez un gobierno local.
“Esta noche, no ganaremos ninguna región”, admitió Marine Le Pen, quien señaló que Francia sufre una “profunda crisis de la democracia local. La movilización es la clave de las futuras victorias” dijo con la mirada puesta en las presidenciales del próximo año.
Su candidato, Thierry Mariani, fue derrotado por su rival conservador, Renaud Muselier, en la región Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA, sureste), la única en la que la formación nacionalista podía aspirar a una victoria.
Muselier se vio favorecido por la retirada del candidato de izquierda, un ejemplo del “Frente Republicano” visto en las pasadas elecciones presidenciales para bloquear a la ultraderecha.
Ganar el control de una región por primera vez en su historia habría sido un gran impulso para Le Pen quien trata de convencer a los votantes de que el RN es un partido capaz de gobernar.
Para algunos analistas, estos resultados plantean dudas sobre si las presidenciales de 2022 se reducirán a un duelo entre Macron y Le Pen en la segunda vuelta el cual se ve hace tiempo como el escenario más probable.
Triunfo
El gran vencedor de estos comicios del domingo fue el partido de derecha tradicional, Los Republicanos, quienes se convierte en la primera fuerza política del país al imponerse en siete regiones.
Cuatro años después de su derrota en las elecciones presidenciales, los conservadores recuperan fuerza y superan a la unión de izquierda y ecologista, la cual ahora se posiciona en segundo lugar con cinco regiones.
Varios tenores de la derecha aprovecharán el impulso que les dará esta victoria para posicionarse en la carrera de las presidenciales.
“Ahora todo el mundo ha entendido que las elecciones presidenciales son un juego a tres bandas”, estimó el conservador Xavier Bertrand, quien obtuvo una cómoda victoria en la región Altos de Francia (norte) y ya anunció su candidatura para el 2022.
La vencedora en Isla de Francia, la región de París, Valérie Pécresse, y el de Auvernia-Ródano-Alpes, Laurent Wauquiez, ambos conservadores, podrían también posicionarse para los comicios del próximo año.
“Ha emergido un equipo de Francia de la derecha y del centro, en el que voy a participar”, anticipó Pécresse, ex ministra del expresidente Nicolás Sarkozy.
El fracaso de la mayoría presidencial alimenta los rumores de una remodelación de gabinete.
Un 32% de los franceses están a favor de un cambio ministerial ”en las próximas semanas”, según un sondeo de la encuestadora Ipsos.