Concord, Nueva Hampshire. AP. Anticipando una derrota este martes en el estado de Nueva Hampshire, Hillary Clinton está enfocando su atención más adelante, en la siguiente ronda de votación, en un intento por contrarrestar el creciente reto de Bernie Sanders en la carrera demócrata por la candidatura presidencial.
Clinton espera que se presente una caída menor a la esperada en las primarias del martes como un trampolín hacia contiendas de finales de este mes en Nevada y Carolina del Sur , con el objetivo de tener un electorado con más peso de las minorías para ayudarle a construir los cimientos de una campaña para ganarse delegado por delegado con miras a la nominación.
El domingo, la precandidata planeaba una visita rápida a Flint, Michigan, un desvío extraño para una aspirante que sale mal en las encuestas en Nueva Hampshire, el primer estado donde habrá elecciones primarias. El lunes pasado, Clinton superó por muy poco a Sanders en los caucus de Iowa.
Los asesores de Clinton dijeron que la ex primera dama fue invitada por la alcaldesa de Flint, Karen Weaver, y que tiene la intención de reunirse con los residentes en el Ayuntamiento antes de volver a Nueva Hampshire.
Clinton ha dicho que la crisis del agua contaminada con plomo en Flint es un ejemplo de la injusticia racial y económica, un tema que resuena entre los demócratas, particularmente entre el electorado negro.
Sanders tenía previsto hacer campaña en Nueva Hampshire el domingo después de presentarse, la noche del sábado, en el programa de televisión Saturday Night Live. Sanders apareció en un sketch con el conductor del espacio, Larry David.
Sanders inquieta. A los asistentes de Clinton les preocupa que una victoria importante de Sanders en ese estado le ayude a aumentar su apoyo entre las mujeres y los votantes de minorías, partes importantes de la coalición que eligió dos veces a Barack Obama como presidente.
La fuerza de Sanders entre los votantes más jóvenes aumenta la amenaza para una decisiva ventaja a nivel nacional de la exsecretaria de Estado.
Clinton se ha comprometido a luchar por cada voto en Nueva Hampshire, pero mientras tanto, su campaña procura avanzar en otros frentes. Este fin de semana, el expresidente Bill Clinton cortejó a los votantes en Las Vegas; los voluntarios de campaña tocaron puertas en San Antonio y los asesores de Clinton anunciaron una próxima reunión de ella con los líderes de los derechos civiles en la ciudad de Nueva York.
Los ayudantes de Clinton tratan de demostrar que los electores de Nueva Hampshire y Iowa –en gran medida blancos y de tendencia liberal– no son representativos en la lucha por la nominación. Dicen que Clinton apunta a mejores resultados en las primarias de Carolina del Sur el 20 de febrero y los caucus en Nevada una semana más tarde.