Washington. Un juez federal de Estados Unidos bloqueó el jueves la construcción del oleoducto Keystone XL, al estimar que la administración del presidente Donald Trump no había justificado de manera adecuada el levantamiento de la prohibición del proyecto impuesta por su predecesor Barack Obama en 2015.
El fallo del juez de Montana Brian Morris sobre este oleoducto que pretendía unir la provincia canadiense de Alberta con las refinerías del Golfo de México es un revés para Trump y la industria petrolera y una importante victoria para los grupos ecologistas y de defensa de los indígenas.
Keystone XL, que tiene una extensión de 1.900 km, de los cuales 1.400 están territorio estadounidense, está destinado a ser conectado a la red existente de oleoductos en Estados Unidos.
El proyecto, cifrado en $8.000 millones, data del 2008 y permitiría transportar diariamente unos 830.000 barriles de petróleo.
Trump había autorizado la construcción del polémico oleoducto poco después de su llegada a la Casa Blanca en enero de 2017, alegando que crearía puestos de trabajo y estimularía el desarrollo de infraestructuras.
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— AFP News Agency (@AFP) March 24, 2017
La administración Trump anuló así la decisión tomada por Obama en el 2015, que denegó el permiso al oleoducto esencialmente por razones medioambientales.
El fallo del jueves es temporal y requiere que el gobierno estudie más en profundidad cómo afectará el proyecto al medioambiente, a los recursos culturales y a la fauna.
El departamento de Estado debe encargarse del análisis de este proyecto transfronterizo.
El juez Morris alegó que el análisis medioambiental llevado a cabo por la administración Obama en 2015 para negar el permiso al oleoducto fue ignorado por el departamento de Estado al cambiar de posición el año pasado.
El Departamento de Estado se "limitó a descartar las conclusiones previas relativas al cambio climático para justificar su cambio de posición", indicó el juez.
El magistrado agrega, además, que dicho departamento no tomó en cuenta factores tales como el precio del crudo, el impacto del proyecto en las emisiones de gases de efecto invernadero y los riesgos de derrames de petróleo.
En noviembre de 2017, 5.000 barriles de petroleo fueron vertidos en las llanuras de Dakota del Sur, en Estados Unidos, tras una fuga en el oleoducto Keystone, una de las ramas de Keystone XL.
La gigantesca infraestructura transfronteriza, que ya está en construcción, es operada por TransCanada, y ha sido combatida por las comunidades autóctonas de los territorios que atraviesa, por los daños medioambientales que podría provocar.
A federal judge just blocked the Keystone XL pipeline, saying the Trump Administration "simply discarded" the project's climate impact. https://t.co/Hu45f3qeO2 pic.twitter.com/lRLzo2rwKE
— Phil McKenna (@mckennapr) November 9, 2018
Pese a que el fallo judicial es temporal, la decisión supone pues una victoria para los ecologistas y un revés de magnitud para Trump, que autorizó el proyecto dos meses después de llegar a la presidencia, tal como había prometido durante la campaña electoral.
Grupos ecologistas y poblaciones amerindias habían decidido en marzo querellarse contra TransCanada y contra el Departamento de Estado para intentar que el proyecto fuera suspendido.
“La decisión hecha pública hoy (jueves) muestra de forma clara e irrefutable que ya es hora de que TransCanada renuncie a esta quimera” reaccionó el Sierra Club, un grupo que figura entre los demandantes.