Washington. Con el lema “ya basta”, decenas de miles de jóvenes desde Maine hasta Alaska salieron de sus aulas el miércoles para exigir medidas contra la violencia con armas de fuego, en una de las protestas estudiantiles más grandes desde la época de la Guerra de Vietnam.
Desafiando la nieve en Nueva Inglaterra y las amenazas de reportes por indisciplina en escuelas de secundaria de Georgia y Ohio, los jóvenes, con carteles con frases como “¿Soy el siguiente?”, se pronunciaron contra la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) e inclinaron sus cabezas en honor de las 17 personas asesinadas el 14 de febrero en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland, Florida.
“Estamos hartos de eso”, dijo Maxwell Nardi, un estudiante de último grado en la escuela secundaria Douglas S. Freeman de Henrico, Virginia. “Vamos a seguir luchando y no nos detendremos hasta que el Congreso haga cambios”.
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A lo largo y ancho de Estados Unidos, los estudiantes dejaron sus aulas a las 10:00 de la mañana, hora local, durante 17 minutos, uno por cada persona que falleció en la matanza de hace un mes. En algunos colegios, los estudiantes no salieron del inmueble pero se alinearon en los pasillos, se reunieron en los gimnasios y auditorios, o portaron prendas de color anaranjado, color que utiliza el movimiento contra la violencia con armas.
Los estudiantes declararon que demasiada gente joven ha muerto y dijeron que están cansados de ir todos los días a la escuela con el miedo de que puedan morir.
'Ya fue suficiente'
“Ya fue suficiente. Las personas están hartas de recibir tiros”, dijo Iris Foss-Ober, de 18 años y estudiante de último año en la escuela Washburn de la ciudad de Minneapolis, Minnesota.
Los manifestantes exigieron medidas como revisiones de antecedentes más estrictas para la compra de armas y una prohibición a los fusiles de asalto, como el que se utilizó en la masacre de Florida.
Mientras las manifestaciones se llevaban a cabo, la NRA respondió publicando una fotografía en su cuenta de Twitter que mostraba un fusil color negro que tenía estampada una bandera estadounidense. La asociación acompañó la imagen con la frase: “Yo controlaré mis propias armas, gracias” .
Las protestas interrumpieron la jornada en escuelas desde el nivel básico hasta la universidad, e incluso en algunas que han sido testigos de tiroteos. Alrededor de 250 estudiantes se reunieron en un campo de fútbol en la escuela Columbine de Ohio, mientras que los estudiantes que sobrevivieron al tiroteo de la primaria Sandy Hook en 2012 marcharon de la secundaria Newtown, en Connecticut.
En Washington, Brenna Levitan, de 17 años y alumna de una escuela en el barrio de Silver Springs, en la periferia, dijo que la idea era “mostrar al Congreso y a los políticos que no vamos a quedarnos de brazos cruzados, no seguiremos callados”.
Frente al Congreso se sumaron a la marcha varios legisladores, incluyendo el senador Bernie Sanders, exaspirante presidencial del partido Demócrata, saludado por los jóvenes como un astro de rock.
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“Ustedes, los jóvenes, están liderando este país. La gente se ha hartado y está asqueada de la violencia con armas de fuego”, dijo Sanders utilizando un megáfono que le ofreció un estudiante.
En uno de los parques frente al Capitolio era posible ver 7.000 pares de zapatos ordenados en el césped, en referencia a los 7.000 niños muertos por armas de fuego en los últimos cinco años.
El autor de la masacre en Florida, el joven Nikolas Cruz, de 19 años, fue presentado este miércoles ante una corte de Fort Lauderdale para su acusación formal pero se negó a responder a las preguntas formuladas, de forma que la jueza ingresó una declaración de no culpabilidad.
En tanto, la Cámara de Representantes adoptó un tímido paquete de 75 millones de dólares al año destinado a escuelas que deseen invertir en la renovación de sus sistemas de seguridad y el entrenamiento de su personal.
La jornada de protesta fue también una manifestación de los estudiantes de todo el país contra la aparente incapacidad de las autoridades de imponer cualquier tipo de control sobre el acceso a armas, inclusive de alto calibre.
Los tiroteos e incidentes que involucran el uso de armas de fuego provoca la muerte de unas 30.000 personas al año en Estados Unidos.
Los organizadores de la protesta a nivel nacional afirmaron a la prensa que alumnos de unas 3.000 escuelas en todo el país se han sumado a las manifestaciones de una u otra forma.
Promesas rotas
Poco después de la masacre de Parkland, el presidente Donald Trump prometió medidas “muy duras” para el acceso a armas, pero el plan de acción lanzado por la Casa Blanca fue una enorme decepción para los estudiantes.
Ese plan se apoya en la controvertida idea de entrenar personal escolar para llevar armas en los centros educacionales para proteger a los alumnos.
Este miércoles se conoció que un profesor disparó por accidente un arma de fuego durante un curso sobre seguridad en una escuela de California, dejando al menos a un estudiante herido superficialmente.
La propuesta inicial de Trump de elevar la edad mínima de 18 a 21 años para la compra de armas pareció esfumarse después de dos reuniones del presidente con la Asociación Nacional del Rifle (NRA).