París. La justicia francesa condenó este viernes a cadena perpetua al exsoldado Nordahl Lelandais por el secuestro y el homicidio en el 2017 de una niña de ocho años, un mediático caso que conmocionó a Francia.
Luego de casi tres semanas de juicio, un tribunal de Grenoble (sureste) siguió la opinión de la Fiscalía, que calificó al acusado de “peligro social”, y le impuso cadena perpetua, con 22 años de obligado cumplimiento.
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De pie en el banquillo, Lelandais, quien ya cumple en prisión una pena de 20 años por el homicido de un joven soldado, reaccionó con calma al anuncio del veredicto, al igual que la familia de Maëlys de Araujo, la víctima.
Antes de que el tribunal se retirara a deliberar, Lelandais, cuyos abogados pidieron una condena de 30 años para dejarle alguna “esperanza”, presentó de nuevo sus disculpas a la familia de la niña.
“Sé que las familias no aceptarán nunca mis disculpas, pero tengo que presentárselas con la mayor sinceridad”, declaró ante el tribunal el antiguo militar, quien cumplió 39 años este viernes.
Durante la investigación, Lelandais dio varias versiones sobre lo ocurrido durante la celebración de una boda en agosto del 2017; asimismo, reconoció haber matado “involuntariamente” a la niña. Sin embargo, se ignora cómo subió a su coche y las circunstancias de su muerte.
Ante el tribunal reconoció los hechos, pero negó haber agredido sexualmente a la menor. El tribunal también lo juzgó por agresión sexual contra dos niñas de 4 y 6 años en el 2017, familia del acusado, así como por la posesión y la grabación de pornografía infantil.
“Espero que continúe el mayor tiempo posible en prisión”, declaró a la prensa el padre de la víctima, Joachim de Araujo, a su llegada al tribunal. La madre, Jennifer, acudió con una gran retrato pintado de su hija.
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