Los Ángeles. AP Max Ritvo, un poeta que describió su larga batalla contra el cáncer en escritos humorísticos y agudos, falleció a los 25 años.
A los 16 años, a Ritvo se le diagnosticó sarcoma de Ewing, un cáncer poco común que afecta los huesos y el tejido blando en niños y adultos jóvenes.
El tratamiento causó una remisión de la enfermedad que permitió a Ritvo finalizar la secundaria y estudiar en la Universidad de Yale, donde además actuó en un grupo de comedia de improvisación.
El cáncer de Ritvo regresó en su último año de universidad, pero el joven finalizó sus estudios y además terminó una maestría en la Universidad de Columbia.
La batalla contra el cáncer fue el eje de sus obras. Una publicada en junio, en la revista The New Yorker, hablaba de un experimento en el que células de sus tumores fueron usadas para pruebas de medicamentos contra el cáncer en ratones.
“Quiero que mis ratones sean como yo”, escribió Ritvo. “No tengo hijos. Los nombré a todos Max. Primero eran Max 1, Max 2, pero ahora son simplemente Max. No tengo favoritos”.
El primer libro de poesía de Ritvo, Four Reincarnations , será publicado este año.
En entrevistas en radio y podcasts , Ritvo habló de su sufrimiento. Pero rechazaba la idea de que era víctima de la enfermedad, especialmente una víctima heroica.
Para su boda, el año pasado, Ritvo y su esposa, Victoria, prohibieron palabras como “inspirador” en los discursos.
“Lo más importante para él era el amor y la compasión, los derechos humanos y de los animales, así como escribir y compartirse con el mundo”, agregó. “No quería que la gente lo viera como un inválido”.
El poeta consideró el humor no como un mecanismo de supervivencia, sino como un elemento intrínseco en su lucha contra la enfermedad.
El día antes de su muerte, Ritvo dijo a su mamá y a su esposa: “Ya no puedo escribir más, no puedo hablar, no puedo respirar... No soy yo... Ustedes tienen que estar bien con mi partida”, afirmó su madre.