París. EFE El superviviente español de más edad del campo de exterminio nazi de Mauthausen, Esteban Pérez Pérez, falleció a los 103 años en un hospital de Narbona, en el sureste de Francia.
Thérèse Heimrich, su compañera sentimental durante los últimos 10 años, comentó que el combatiente republicano español y militar antinazi volvió muy raramente a España tras la Guerra Civil y nunca a Portillo de Toledo, donde había nacido, “porque tenía miedo de sufrir represalias”.
Ya muerto el general Francisco Franco (1975) e instaurada la democracia, “lo más lejos que llegó fue a Barcelona”, para visitar varias veces a la Amical de Mauthausen “y, una vez a Madrid, hace cinco años, para ir a casa de sus sobrinos”, añadió.
Bautizado con el número 5042 en Mauthausen, donde fue miembro del Comité de Resistencia organizado por los españoles, muchos de ellos capturados, como él, en las obras de fortificación de la Línea Maginot, Esteban Pérez fue condecorado en enero por el presidente François Hollande con la medalla al Mérito Militar.
Hasta el sábado, cuando falleció, era el más anciano superviviente de los 57.000 refugiados republicanos que participaron en esa muralla que supuestamente debía proteger a Francia de la invasión nazi.
Había llegado allí tras participar, a los 26 años, en el servicio de vigilancia, investigación y seguridad de Madrid, donde vivía cuando se produjo el levantamiento contra el Gobierno de la República española.
Al término de la II Guerra Mundial, liberado del campo de concentración nazi, Pérez se recuperó de esa última tragedia en un centro sanitario de Créteil, junto a París.
Nunca dejó de ser comunista, partido al que seguía pagando su cotización.