Irán ejecutó a 354 personas en la primera mitad del 2023, según una ONG

Las organizaciones defensoras de los derechos humanos acusan a Irán de haber incrementado el uso de la pena de muerte como una forma de reprimir la ola de protestas que comenzó en septiembre debido a la muerte de la joven Mahsa Amini, quien se encontraba detenida por presuntamente violar el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres.

La organización destacó su preocupación por la desproporcionada cantidad de personas de etnias minoritarias entre los ejecutados, siendo un 20% de la minoría baluche, que pertenece a la población sunita.

“La pena de muerte se utiliza para infundir miedo en la sociedad y evitar otras manifestaciones”, señaló Mahmood Amiry Moghaddam, director de IHR.

“Agregó que la mayoría de las personas ejecutadas son ciudadanos de segunda clase, provenientes de comunidades marginalizadas”, añadió.

Irán es el segundo país que más condenados ejecuta, después de China, según diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos, entre ellas Amnistía Internacional.

En 2022, se ejecutó a 582 personas, lo que representó un incremento del 75% en comparación con el año anterior, según IHR.