Washington. AFP. La Cámara de Representantes de Estados Unidos votó ayer a favor de un plan de ayuda para armar y adiestrar los rebeldes sirios moderados, que aún debe ser aprobado por el Senado y es el primer paso de la estrategia de Barack Obama contra los yihadistas del Estado Islámico (EI).
Los legisladores adoptaron la medida al incluirla como una enmienda a una ley de finanzas que obtuvo 273 votos a favor contra 156.
Varios parlamentarios de los dos partidos (Republicano y Demócrata) votaron contra esta iniciativa, lo que refleja la división respecto a la estrategia del presidente Obama en la guerra contra el EI .
La ley con su respectiva enmienda pasará ahora al Senado que la votará antes del fin de semana, posiblemente hoy.
El plan aprobado por la Cámara no le da carta blanca al Pentágono para equipar y entrenar a los rebeldes sirios. Impone a la Administración someter al Congreso cada 90 días un informe sobre su ejecución, el número de combatientes formados, la selección de grupos sirios que son beneficiados con la ayuda y la utilización de las armas y equipamientos entregados.
Empero, la iniciativa no incluye créditos adicionales para financiar la operación y aclara que no es una autorización para desplegar soldados en el área de conflicto.
Acciones. Obama ha presionado al Congreso con el fin de lograr que le proporcionen cobertura política para iniciar una acción militar en Siria contra el EI, aunque la Casa Blanca y muchos legisladores creen que tiene la autoridad constitucional para lanzar ataques aéreos en Siria , como lo ha hecho en Irak, para proteger los intereses de la seguridad nacional.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, saludó la votación como “un importante paso inicial hacia adelante contra el Estado Islámico de Irak y el Levante”.
La medida fue articulada por el presidente del Comité de Servicios Armados, Buck McKeon, quien –no obstante– es uno de muchos republicanos que sienten que el plan de Obama es insuficiente para alcanzar el objetivo de degradar y destruir al grupo Estado Islámico, que ha invadido grandes zonas de Irak y Siria, y ha proclamado la constitución de un califato en esa zona.
También muchos demócratas estaban poco convencidos y le correspondió al número dos del partido en la Cámara, Steny Hoyer, contrarrestar los argumentos de quienes se oponían e impulsar al Congreso a respaldar al comandante en jefe en tiempos de crisis.
Sin tropas. Obama también dejó claro ayer que ningún soldado de su país combatirá en Irak, después de que el general Martin Dempsey sugiriera el martes que algunos asesores podrían sumarse a las fuerzas iraquíes para combatir al EI.
“Las fuerzas estadounidenses que han sido desplegadas en Irak no tienen ni tendrán que combatir”, dijo Obama a soldados estadounidenses en el comando general del Ejército en Florida.
El presidente iraní, Hasán Ruhaní, criticó esta negativa de Estados Unidos de enviar tropas de combate al terreno para luchar contra el EI, al que acusó de querer “matar a la humanidad”.