Nairobi
Amnistía Internacional (AI) denunció que el Gobierno de Malaui no protege a los albinos, un grupo minoritario que sigue siendo víctima de ataques de quienes les atribuyen poderes mágicos y buscan emplear partes de su cuerpo en rituales de brujería.
El cuerpo mutilado de Eunice Phiri, una mujer albina de 53 años, fue hallado el pasado 28 de enero en el parque nacional de Kasungu, en el oeste del país y cerca de la frontera con Zambia, informó la organización en un comunicado.
A Eunice le habían cortado los brazos, una práctica extendida en países de África Occidental, donde los albinos son a menudo desmembrados en rituales de brujería y algunas partes de su cuerpo —incluyendo huesos, cabellos, pero especialmente sus extremidades— se piensa que son poderosos ingredientes para pociones.
Según el informe policial, Eunice Phiri fue engañada por tres hombres, entre ellos su propio hermano, para que los acompañara en un viaje a Zambia a través del parque nacional, donde fue asesinada el 23 de enero.
Ese tipo de ataques a manos de individuos y bandas organizadas creció de forma alarmante en Malaui durante 2015, lo que ha hecho que algunas familias hayan dejado de llevar a sus hijos al colegio o a mudarse a la ciudad, donde se sienten más seguros.
Solo durante el pasado año se registraron 45 ataques en Malaui, entre ellos asesinatos, intentos de asesinato y secuestros, además de la profanación de tumbas de albinos.
En marzo de 2015, el presidente de Malaui, Peter Mutharika, condenó en una declaración los ataques a los albinos y llamó a la Policía a detener a sus autores y a dar protección a las víctimas.
Aunque en aquel momento se realizaron algunas detenciones, sigue habiendo una gran preocupación sobre la ineficacia de las investigaciones policiales y los asesinos están recibiendo penas que no se ajustan a la gravedad de sus crímenes, según AI."El Gobierno debe tomar medidas urgentes para proteger a los albinos y abordar las raíces de la violencia y la discriminación que sufren " , denunció la directora de AI en Sudáfrica, Deprose Muchena.
Atajar las supersticiones y las creencias culturales que se encuentran en la raíz de estos ataques es fundamental, según la activista.
AI pidió a las autoridades de Malaui que investiguen los crímenes de albinos y que lleve ante la justicia a sus autores, sin recurrir a la pena de muerte.
La ONU advirtió el pasado año de que los ataques y asesinatos de albinos se habían recrudecido en varios países de África Occidental, donde las personas que padecen ese transtorno genético viven cada vez más en el terror, evitan salir de sus casas y los niños afectados se ven forzados a abandonar la escuela.