Los ataques se dan al día siguiente de una violenta represión que dejó al menos 25 muertos y llevó a Estados Unidos a plantear “sanciones” contra Damasco.
Según Abdalá Abazid, militante de derechos humanos, “al menos seis mártires cayeron el martes (ayer) bajo los disparos de las fuerzas de seguridad y de la Unidad 4 del Ejército” contra los barrios de la ciudad.
El militante afirmó que tenía en su poder la lista de nombres de las personas muertas, entre las que estaría un imán de mezquita.
El hombre indicó por lo demás que se dieron “intensos tiroteos” la noche de ayer a hoy en Deraa.
“Nuevos refuerzos de las fuerzas de seguridad y del ejército ingresaron en Deraa. Hay un tanque en la plaza Kaziet al Balad, en el centro” de la ciudad situada a 100 km al sur de Damasco, indicó Abazid, contactado por teléfono.
“La mezquita Abu Bakr Asidiq es blanco de intensas ráfagas y un francotirador está apostado en la mezquita de Bilal al Habachi. Hay tanques y barreras instaladas en las entradas a la ciudad”, lo que impide a la gente ingresar en Deraa, agregó el militante.
Según Abazid, “soldados de la 5ª división desertaron, se unieron a nosotros y se enfrentan” al Ejército que rodea a Deraa.
Según las autoridades, que acusan desde el comienzo a “bandas criminales armadas” de estar en el origen del movimiento, el ejército ingresó en Deraa “en respuesta a los llamados de auxilio lanzados por los habitantes para poner fin a los sabotajes y asesinatos cometidos por grupos terroristas extremistas”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó a los 15 miembros del Consejo de Seguridad su “creciente preocupación” por la sangrienta represión contra los manifestantes.
Por su parte, Italia y Francia llamaron al régimen del presidente Bashar al-Asad a “detener la violenta represión”, dijo el jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, tras entrevistarse con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, que calificó de “inaceptable” la brutalidad de las fuerzas de seguridad sirias.
Sarkozy excluyó ayer una posible intervención en Siria sin una resolución previa del Consejo de Seguridad de la ONU “que no es fácil de obtener”.
La cancillería francesa reclamó ayer “medidas fuertes” de la ONU y de la Unión Europea (UE), al tiempo que Londres aseguró que trabaja con sus socios sobre “la posibilidad de medidas adicionales”.
Turquía, que mantiene estrechos lazos con Siria, reclamó a las autoridades de Damasco avances en las reformas.