Washington. AP. Ninguna divisa se ha salvado. El baht de Tailandia, el tenge de Kazajstán, el rand de Sudáfrica y el nuevo sol de Perú.
En los mercados emergentes del mundo, todas las monedas han perdido valor ante los temores de que las economías en desarrollo están al borde de una crisis de grandes dimensiones.
Las economías emergentes consideradas historias de éxito hasta hace poco ahora son vistas como víctimas de la desaceleración del crecimiento en China, la caída de los precios de las materias primas como el petróleo y el mineral de hierro; las perspectivas de un alza de las tasas de interés en los Estados Unidos, así como las debilidades nacionales.
Los daños se han desbordado hacia todas las latitudes y la agitación ha causado nerviosismo entre los inversionistas en Nueva York, Tokio y Europa.
A los inversionistas les preocupa que China y otras economías emergentes importantes reduzcan sus importaciones.
También temen que una guerra cambiaria altere el comercio a medida que algunas naciones bajan desesperadamente el valor de sus monedas para lograr una ventaja competitiva.
Una divisa depreciada abarata las mercancías de un país en el extranjero.
El índice industrial Dow Jones perdió el viernes pasado 530 puntos, más de 3%, tras un retroceso de 358 unidades la jornada anterior. El índice Nikkei de Tokio bajó 3% ese mismo viernes.
A pesar del nerviosismo en todos los mercados, muchos economistas afirman que mantienen la confianza en que la economía de Estados Unidos tiene la resistencia suficiente para soportar una desaceleración en el mundo en desarrollo. Y la economía de Europa parece emerger de su prolongada recesión.
Aun así, los problemas en los mercados emergentes suponen un retroceso sorpresivo y perturbador. “Es notable lo rápido que cambian las cosas”, dijo el economista Neil Shearing, de Capital Economics y exfuncionario de la tesorería británica.
Tomemos, por ejemplo, a Perú. La economía se ha desacelerado de manera constante, y su moneda, el nuevo sol, ha perdido 2,5% de su valor frente al dólar estadounidense en el último mes. Y Perú tiene una de las economías más saludables de la región.