Las incubadoras y aceleradoras de emprendimientos en Costa Rica recibieron este año más proyectos en distintas áreas de negocios. Además, varias de esas iniciativas obtuvieron reconocimientos internacionales y están por salir al exterior.
“Vemos a más personas motivadas para emprender, que tienen a su alcance distintas entidades que ofrecen procesos de formación, incubación y aceleración”, afirmó Juan José Muñoz, de Costa Rica Open Future, un programa de Telefónica dirigido a emprendedores, en alianza con otras instituciones.
En el 2016 hubo más de 800 ideas de negocio en seis diferentes organizaciones, que pasaron varias etapas de desarrollo. Para el 2017, los programas preparan más acciones de apoyo.
Las ideas abarcan diferentes tipos de negocios, como la biotecnología.
Para los representantes de las incubadoras y aceleradoras, estas condiciones implican que para el próximo año se debe obtener más apoyo de las instituciones públicas, del Sistema de Banca para el Desarrollo, de los bancos y de los inversionistas. También, se requiere mejorar trámites, crear redes de colaboración, impulsar incubadoras regionales y enlazar a todas las entidades.
“Necesitamos articularnos mejor y concretar iniciativas conjuntas”, recalcó Luis Jiménez, director de la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE), de la Universidad de Costa Rica (UCR).
ParqueTec también plantea fortalecer el Centro Iberoamericano de Emprendimiento e Innovación (CiEmprender) y la plataforma de capital semilla Invert Up, enlistada en el programa de la Bolsa Nacional de Valores .
Asimismo, se debe fortalecer la implementación de los proyectos, lo que incluye probar y ajustar los modelos de negocio de los emprendimientos en operación.
“El salto cualitativo está condicionado a que mejoren las condiciones para que el desempeño de la incubadora tenga pertinencia con las aspiraciones de los emprendedores”, dijo Maritza Vargas Montero, coordinadora del programa UNA-Incuba.
Adrián García, socio fundador de la aceleradora Carao Ventures, aseguró que se requiere implementar las acciones en forma efectiva y que “no duren años”.
En las universidades también es necesario dar más importancia y recursos a sus incubadoras: Auge, en la UCR; CIE-TEC, en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, y UNA-Incuba, en la Universidad Nacional (UNA).
En la UCR y la UNA se impulsarán, en el 2017, programas para difundir la cultura de emprendimiento y para que los proyectos de investigación se transformen en negocios innovadores.
Entre los casos reconocidos, está el de la plataforma para búsqueda de especialistas médicos Huli, que recibió $1,3 millones de inversión, ganó (junto con Blue-loop, de logística) el concurso Seedstars Costa Rica by Procomer en setiembre pasado, y fue elegida como el emprendimiento más prometedor en el sector salud en un concurso internacional de la firma Google.