Agustín Monge, el presidente del hotelero Grupo Marta, propietario del Best Western Irazú, del Best Western Jacó, del Holiday Inn Express Aeropuerto y de Denny’s, llamó a los empresarios del sector a tener más visión “postvacuna” y a apelar a todo el talento y esfuerzo para superar la situación actual por el nuevo coronavirus.
Según el empresario, el sector debe promover también la entrega del Bono Proteger a cambio de prestar algún servicio social o de ayuda a la comunidad e impulsar en la cámaras empresariales que se formen grupos para una autofiscalización, lo cual facilitaría y agilizaría la reapertura controlada.
También aconsejó a los empresarios un esfuerzo para evitar tener visión de túnel. Monge accedió a responder por escrito consultas de La Nación.
– ¿Cómo describe el efecto que ha tenido la pandemia en el sector?
– Una prueba. Apela a emplear todo nuestro ánimo, talento, esfuerzo y conocimiento. Llama a demostrar nuestras cualidades esenciales y colectivas. El momento de la verdad.
– ¿En el caso de una empresa como la de ustedes, cerraron todos los establecimientos?
– Todo lo que mandaron a cerrar, y hemos reabierto todo lo que nos han permitido.
– ¿Qué tuvieron que hacer con los empleados?
- Ponerlos como nuestra primera prioridad. Lo que se necesita es producir empleo. La mitad de nuestra plantilla actual está en suspensión, recibiendo un préstamo semanal de acuerdo con nuestras posibilidades. Le entramos a cualquier alternativa que alivie el empleo de alguien, aunque no sea nuestra línea de negocio. Por ejemplo, hace unas semanas abrimos el Gold Gym más grande de Latinoamérica en el Hotel Irazú.
“Esta semana habrá empleados del hotel ofreciendo servicio de limpieza de autos a los que vienen a hacer ejercicio. En Dennys, ofrecimos música en vivo a nuestros comensales para dar trabajo a algunos artistas que están aún más en la lipidia que los de nuestro sector. Un día hasta nos honró con su interpretación el maestro Darío Zamora, exviolinista de la sinfónica. Esto, hasta que alguien nos hizo ver que la música en vivo estaba prohibida”.
– ¿Qué consejos le ofrece a los hoteleros para atender la situación inmediata?
– Que propongamos en lugar de criticar. Por ejemplo, el Bono Proteger debería ser en pago de algún servicio: limpieza de playas o ríos, por ejemplo, dar clases de inglés, ¡lo que sea! La gente no quiere regalos, lo que quiere es trabajo. Los empresarios deberíamos organizarnos para propiciarlo con todas las medidas sanitarias necesarias.
”Proponer autofiscalizarnos. Perfectamente podríamos crear unidades de autofiscalización en las cámaras (del sector empresarial) para lograr más apertura manteniendo seguridad.
“Me luce que la única razón de ser de muchos de los aforos que han puesto a nuestra actividad, viene del reconocimiento del sector público de su falta de capacidad de fiscalizar.
“El consejo más importante que puedo dar a mis colegas, no obstante, es el de forzarse a evitar visión de túnel y empezar a ocuparse en los escenarios postvacuna”.
– ¿Cuál es la enseñanza que les deja a los empresarios una situación tan inesperada como esta?
– Que no son tan inesperadas como aparentan. Que hay que guardar en bonanza y reinventarse en turbulencia. Que ambos estados deben gustarnos y tomarlos como desafíos.
– ¿Debe el empresario prepararse para situaciones inesperadas; cómo hacerlo?
– Ahorrando, diversificando, rezando.
– ¿Cómo analiza los apoyos del Gobierno a los empresarios y a los trabajadores del sector de hoteles y del sector turismo?
– Oportunos. Sorprendentemente rápidos y generosos, considerando que están en bancarrota. Hay campo para mejorar. En flexibilidad por ejemplo. Una vez que un empleado es removido de su estatus de suspendido, no puede ser regresado a éste. Dificulta mucho esta situación el hecho que te permiten abrir un viernes y te cierran el siguiente por 10 días.
– ¿Qué se necesita de parte del Gobierno y del Estado?
– Pensamiento y visión del otro lado de la tormenta. Una fórmula sólida para dar la liquidez a las empresas sin poner en riesgo al sector financiero (se qué hay un grupo trabajando en eso.
“Además, quitar la subjetividad que aparentemente tienen muchas de las decisiones de reapertura de actividades”.
– Está propuesto un fondo de avales, ¿qué opina de esa iniciativa?
– Para salir del problema y no pasar crisis al sector financiero, es indispensable generar algo así como un sistema de avales y garantías. Se está actuando sobre gasto público y financiamiento del sector público, pero poco del auxilio a bancos y hoteles. Incluso, una mejor alternativa a los avales, sería una emisión pública, que con ella se pague a bancos durante un par de años y el empresario quede en deuda con el Gobierno a muy largo plazo.
”Y cuando llegue la vacuna hay que reactivar el consumo. Por ejemplo, una forma seria financiar a empresas para que liquiden a su personal (sin despedirlo), lo cual pondría dinero en el bolsillo de la gente. También se deben ver con cautela los eventuales recortes en el sector público, pues sus empleados son los pocos que mantienen el consumo”.
– ¿Cómo debe de ser el camino de la reapertura: en ese campo está actuando bien el Gobierno?
– No da la impresión de que se hayan podido ocupar en esto. Además, se dio el infortunio del quebranto de salud de María Amalia (Revelo, exministra de Turismo). El Gobierno está abrumado y ya casi se le mete la política electoral.
– Desde el punto de vista del empresario, ¿cómo debe prepararse para la reactivación?
– Con mucha prudencia. Manejando el inventario cuidadosamente y fomentando el multitasking de su personal. Muy abiertos al cambio e innovación.
– ¿Tiene ventajas Costa Rica frente a sus competidores, de cara a esa reactivación? ¿Cuáles son?
– La cercanía a Estados Unidos. Los turistas van a viajar, en primera instancia, cerca de casa. La inversión extranjera en nuestro país. La gran cantidad de extranjeros que tienen una segunda casa por acá. La hotelería artesanal con que contamos. La relación de nuestro turismo con uno de contacto con lo esencial y el bienestar. Las garantías de salud que podamos ofrecer al turista.
– ¿A qué plazo observa un sector hotelero a plenitud?
– Tres años y medio. ¡Y ya casi sobrevivimos medio año!