El Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) adquirió 4.069 casas de interés social, durante la última década, sin realizar la inspección previa de las viviendas en el proceso de construcción.
La compra se hizo por medio del programa denominado “llave en mano”, en el cual la entidad obtiene viviendas totalmente terminadas y desarrolladas por empresas privadas, según la Contraloría General de la República .
En este plan, el Banco usó un 25% del total de recursos del Fondo de Subsidios para la Vivienda (Fosuvi), o sea ¢45.000 millones, entre enero del 2003 y julio del 2013.
Sin embargo, el Banhvi detalló ayer que, con el cierre del año 2013, la cifra ascendió a ¢48.000 millones. El programa “llave en mano” comenzó a adquirir viviendas a partir del 2007.
Juan de Dios Rojas, gerente general a.í. del Banhvi, sostuvo a La Nación , que los recursos públicos ejecutados en este programa nunca estuvieron en peligro.
“Estos proyectos son una iniciativa privada en la que, por supuesto, el Banhvi no participa en el proceso de fiscalización, pues los hace un privado”, enfatizó Rojas.
El Fosuvi es un programa orientado al financiamiento de programas de vivienda para las familias de escasos recursos. Los bonos de vivienda se tramitan por medio de 20 entidades financieras autorizadas por el Banhvi. Lo financian el Gobierno, el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) y la Junta de Protección Social (JPS).
Poca fiscalización. Según la Contraloría, en su informe del pasado 13 de diciembre, la revisión que se realiza de los proyectos de “llave en mano” es escasa, pues se trata de una verificación de aspectos puntuales una vez finalizados los proyectos.
Añade la Contraloría que el Banhvi es el rector de los recursos del Fondo y debe fiscalizar su correcta utilización. Esto incluye acciones de control sobre la calidad constructiva de las obras y los propios recursos.
No es la primera vez que la entidad cuestiona la falta de supervisión en proyectos de vivienda para erradicar tugurios.
En 2011, el ente contralor encontró que 12 proyectos tuvieron problemas en su ejecución , debido a la mala calidad de los suelos en los que fueron construidos.
Incluso el Banhvi, desde ese momento, comenzó un proceso de mejora en la fiscalización de los proyectos financiados directamente por Fosuvi . Pero esto no incluía los planes de “llave en mano”.
Cambios. La Contraloría dio un plazo de dos meses al Banhvi para que establezca un procedimiento de registro previo de los proyectos de “llave en mano” que las empresas privadas estén interesadas en vender a la institución, como requisito previo para la adquisición.
Asimismo, las entidades autorizadas a dar bonos de vivienda deberán realizar visitas de fiscalización en los momentos fundamentales del proceso constructivo y documentarlo dentro del expediente del desarrollo de vivienda.
El gerente interino del Banhvi explicó que, a partir de la resolución de la Contraloría, iniciaron en el proceso para cambiar las reglas de financiamiento de estos planes.
“El control corresponderá hacerlo a las entidades autorizadas (para brindar bonos) y el Banhvi será el encargado de autorizar el pago de los recursos a los desarrolladores”, explicó Rojas.
El banco está actualmente en el proceso de creación de la nuevas directrices de control para la autorización de la compra de viviendas de proyectos de “llave en mano”.