A María Adilia Zúñiga, de 52 años, un mioma (masa anormal) en el útero y el descenso del órgano hizo que su médico optara por extraerlo. Lo mismo sucedió con Johanna Cordero, de 45 años, a quien un mioma le provocaba sangrados profusos y dolorosos.
Zúñiga, vecina de La Inmaculada en La Pastora de Quepos, y Cordero, quien vive en Damas, en el mismo cantón, fueron de las primeras beneficiadas con una nueva técnica de cirugía de histerectomía realizada en el Hospital Max Terán Valls de Quepos.
Esta técnica se llama vNOTE y mezcla la endocoscopía con la cirugía vaginal. En otras palabras, la idea es aprovechar la cavidad de la vagina para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas ginecológicas y no hacer una incisión en el vientre.
Según Josué Mora, ginecólogo a cargo, una de las ventajas de este procedimiento es que reduce el tiempo de recuperación, lo que permite hacerlos de forma ambulatoria en menos de dos horas y que la paciente llegue a su casa el mismo día.
“No hubo herida en mi estómago, estuve recuperada muy rápido. El doctor me dijo que 15 días de reposo, pero desde antes yo ya me sentía muy bien. Igual seguí haciendo caso”, comentó Zúñiga, la primera de las siete mujeres que han sido beneficiadas con esta técnica. Ella fue intervenida en julio pasado.
En el caso de Cordero, su mioma era de 7 centímetros, y aunque la idea no era removerlo en un inicio, el crecimiento de la masa, del malestar y sangrados posteriores hicieron que se adelantara la fecha.
“Yo no puedo decir nada malo de esa técnica. Extrajeron el tumor, el útero y me hicieron una salpingectomía y me quitaron las trompas, manteniendo los ovarios. Todo por medio de la vagina. Uno diría que es una operación un poco fuerte, y no sentí mayor molestia”, destacó.
LEA MÁS: Ginecología tica va hacia cirugías sin grandes heridas
Paso a paso
LEA MÁS: Especialistas del Hospital México remueven cáncer de cérvix sin necesidad de cirugía abierta
vNOTE son las siglas en inglés de cirugía endoscópica transluminal a través de orificios naturales. Mora dijo que la ventaja es que se entra al útero por vía vaginal y el resto se realiza como otra cirugía laparoscópica. Esto hace que el procedimiento sea más rápido, menos invasivo y de mejor recuperación.
El ginecólogo contó que lo primero que debemos imaginar es que el útero está suspendido como si fuera en una hamaca, suspendido en unos ligamentos. La parte final, el cérvix, tiene un anillo pélvico.
La mujer se coloca en una posición similar a la de un parto y se le separan las paredes vaginales y se hace un corte alrededor del cuello del útero. Luego se hace una entrada a la cavidad abdominal.
Luego se corta el ligamento que da mayor suspensión al útero y se colocan los instrumentos para realizar el trabajo y hacer los cortes de útero, de trompas y ovarios, de ser necesario. Lo que debe extraerse sale por la vagina.
Mora dispone de sala de operaciones para realizar el procedimiento una vez por semana. Este se indica para miomas, tumores benignos e incluso algunos casos de cáncer que no estén muy avanzados.
Esta misma tecnología puede usarse para remover solamente las trompas o el ovario.
El médico indicó que este es el único centro público que cuenta con esta tecnología específica con dicho instrumental. Mora lo vio en 2017 en un congreso, luego se capacitó fuera del país por iniciativa propia. Posteriormente, el apoyo de la Dirección del hospital y del departamento de compras y presupuesto, ayudó a que esto se concretara.