San José (Redacción). Quienes sufren de mal de Parkinson presentan más riesgos de problemas bucodentales debido a los temblores que causa esta enfermedad de origen neuronal.
La enfermedad de Parkinson disminuye la frecuencia de tragado de saliva, por ende, se acumula en la boca perjudicando la calidad de vida del paciente.
“Entre un 70% y un 80% de quienes padecen parkinson suelen presentar exceso de saliva en la boca, no porque produzcan mayor cantidad, al contrario, este fluido disminuye pero se acumula en el interior de la boca porque ellos tragan menos”, dijo Thelma Rubinstein, cirujano dentista de la firma Prisma Dental.
Al retener más saliva en la boca, estos paciente suelen babear y aparecen dificultades para hablar, masticar y tragar.
“Otro padecimiento que se puede generar es el bruxismo o rechinar de dientes, el cual se produce de forma inconsciente por las características específicas del parkinson, incitando un desgaste de las piezas o traumatismos dentales”, añadió la odontóloga.
También pueden presentarse males más severos, como lesiones erosivas en los labios o piel de la cara.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta las células nerviosas, o neuronas, en una parte del cerebro que controla los movimientos musculares.
“Las neuronas que producen una sustancia química llamada dopamina mueren o no funcionan adecuadamente y, normalmente, la dopamina envía señales que ayudan a coordinar sus movimientos”, amplía la página en línea de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos
Los síntomas incluyen temblor en manos, brazos, piernas, mandíbula y cara, además, de rigidez en brazos, piernas y tronco, entre otros.
Rubinstein explicó que la rigidez muscular de estos pacientes favorece complicaciones en la mandíbula y articulaciones de la boca, lo cual dificulta la masticación.
La especialista brindó los siguientes consejos bucodentales para el paciente con mal de Parkinson, un mal que suele comenzar a los 60 años:
1. Como se aconseja a todos, practique el cepillado de dientes y boca, tres veces al día, usando hilo dental y visite al odontólogo.
2. Para facilitar la tarea de limpieza, use cepillos eléctricos y dispositivos que expulsan el agua a alta presión, conocidos como “waterpik”, los cuales contribuyen a mantener el higiene entre los dientes y a la vez masajean las encías.
3. En etapas avanzadas de la enfermedad, el paciente pierde la capacidad de controlar sus manos, por ello, consulte con su médico la importancia de una consulta odontológica para una mejor limpieza dental.
4. A los familiares y amigos, se les pide dar tareas de apoyo de higiene dental cuando el paciente lo requiera.