Los arcos en punta, las bóvedas iluminadas y los encajes metálicos de los templos neogóticos de Costa Rica atesoran una gran belleza arquitectónica, pero además guardan la historia de los roces entre la Iglesia católica y el Estado liberal de principios del siglo XX.
La Alianza Francesa invita al público a la conferencia “Arquitectura neogótica en Costa Rica”, el próximo martes 13 de mayo, de 6: 30 p. m. a 8:30 p. m., en la sede ubicada en barrio Amón (200 metros oeste del INS, en San José).
La conferencia la dará el arquitecto e investigador Andrés Fernández y promete un recorrido por los recovecos estilísticos de los edificios ticos más representativos de esta corriente arquitectónica.
“El neogótico, que parte de la estética medieval del gótico, se caracteriza por sus arcos ojivales o apuntados en puertas, ventanas y en elementos estructurales. Interiormente muestra las llamadas bóvedas de crucería que forman esos arcos y una gran cantidad de luz que le proveen los vitrales”, detalló Fernández.
En el Valle Central existen varios templos representativos del neogótico que, en el caso de Costa Rica, se desarrolló entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Entre ellos destacan la iglesia Nuestra Señora de la Merced, en San José, la de San Isidro Labrador, en Coronado; la iglesia de San Vicente de Moravia; y la iglesia de San Rafael de Heredia.
De acuerdo con Fernández, la arquitectura neogótica también se reconoce por ciertas características en los exteriores de esos templos. “Poseen una clara aspiración a la verticalidad, la cual se aprecia en sus torres culminadas por agujas. También destacan sus cubiertas rematadas por cresterías –una especie de encajes metálicos– entre otras reminiscencias decorativas medievales en metal o piedra”.
Además de su riqueza arquitectónica, estos templos son testigos permanentes de los enfrentamientos entre la Iglesia católica y el Estado liberal de Costa Rica (1870-1914)
“Hasta entonces la estética del Estado liberal era el neoclásico, el grecorromano y el mediterráneo, como la Catedral Metropolitana, pero en el marco de su enfrentamiento con la Iglesia católica. Esta, de la mano del obispo Bernardo Augusto Thiel da un giro hacia el neogótico, nórdico y medieval”, explicó Fernández.
La arquitectura neogótica también es reflejo de un avance en las técnicas constructivas derivadas de la revolución industrial.
El costo de la entrada a la conferencia es de ¢3.000 (general) y ¢1.500 (socios de la Alianza Francesa). Más información al 2222-2283.