Cuando Estados Unidos busca un modelo de educación ambiental para inspirarse y así impulsar sus políticas de sostenibilidad, vuelve sus ojos hacia Costa Rica.
Al menos eso es lo que pretenden la Fundación Pax Natura y el Instituto Jane Goodall , los cuales buscan replicar el programa de bioalfabetización del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio).
La bioalfabetización es un término ideado por INBio, cuya filosofía se resume en “solo se cuida lo que se conoce”.
En este sentido, y a lo largo de 25 años, INBio ha promovido el conocimiento de la biodiversidad y su conexión con el ser humano a través de sus usos en los campos de la salud, el turismo y la agricultura. Esto con el objetivo de dimensionar el valor de la naturaleza y su conservación.
Para Robert Newman, académico de la Universidad de Utah y próximo jerarca del Instituto Nacional de Humanidades, la educación es clave para lograr el impulso de políticas ambientales. “Estaríamos formando a los futuros líderes ambientales”, dijo.
Los funcionarios de INBio se reunirán con representantes de agencias gubernamentales, así como con National Geographic Society, el Instituto Smithsonian y organizaciones no gubernamentales para compartir su experiencia.
Asimismo y, según Natalia Zamora de INBio, esas reuniones pretenden establecer alianzas y posibles fuentes de financiamiento para los distintos proyectos del instituto costarricense.
“En los próximos años, el trabajo del INBio será cada vez más importante ya que los temas de bosques tropicales, seguridad alimentaria, salud pública y cambio climático continúan creciendo”, dijo Randall Tolpinrud, presidente de Pax Natura.