La secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Janet Napolitano, descartó que despenalizar la producción y comercialización de drogas resuelva los problemas de delincuencia asociados al narcotráfico en Centroamérica.
“Estados Unidos no considera que legalizar las drogas sea una medida para solucionar los problemas del crimen”, manifestó Napolitano a eso de las 7 p. m., luego de una entrevista con la presidenta Laura Chinchilla.
Según Napolitano, la estrategia en el combate al narcotráfico incluye prevenir el consumo de drogas, invertir más en el tratamiento de las adicciones, y fortalecer la legislación y los controles fronterizos.
Agregó que, durante el gobierno de Barack Obama, la inversión estadounidense en el control y combate de las drogas aumentó de $2.500 millones a $10.000 millones.
Las declaraciones de Napolitano contradicen una iniciativa impulsada desde Guatemala por su presidente, Otto Pérez, quien puso en la mesa de debate la posibilidad de despenalizar la droga.
De acuerdo con Pérez, esa sería una alternativa para frenar la violencia del narcotráfico en Centroamérica, por donde pasa el 90% de la cocaína que se consume en los Estados Unidos.
Chinchilla también declaró hace dos semanas que estaba dispuesta a abrir la discusión en este tema.
Anoche, tras las declaraciones de Napolitano, no fue posible conocer la reacción de la mandataria costarricense.
Durante los últimos dos días, las autoridades de Panamá y El Salvador también descartaron la legalización del comercio de narcóticos.
“Esa (despenalizar la droga) no es la medida, eso podría convertir a Centroamérica en un paraíso del tráfico y consumo de droga”, enfatizó el mandatario salvadoreño, Mauricio Funes, a la agencia AFP.
Además de reunirse con la presidenta Chinchilla para hablar del combate al narcotráfico, Napolitano aprovechó su visita para firmar un memorando de cooperación con el Ministerio de Seguridad tico.
Se trata de la incorporación de Costa Rica al Sistema Avanzado de Información de Pasajeros (APIS, por sus siglas en inglés), que permite a las autoridades de ambos países revisar la información de los pasajeros de barcos o aviones que viajen desde y hacia Estados Unidos.
Los datos de los pasajeros podrán revisarse antes de que aborden sus respectivas naves.
“Compartir esta información clave permitirá al Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos identificar amenazas potenciales y coordinar con las aerolíneas, embarcaciones e instituciones extranjeras encargadas del cumplimiento de la ley, con el fin de prevenir el abordaje de una persona de su interés”, señala un comunicado de la Embajada de los Estados Unidos en Costa Rica.