Si hay una época del año en que los grandes del mar se tiran a pista, es esta. Desde julio hasta noviembre, las ballenas jorobadas (
Con la vista y el olfato limitados en el océano, estos mamíferos marinos dependen del sonido para comunicarse y flirtear. Los machos son los cantantes de la familia y, por tanto, los responsables de entonar un mismo coro durante el período de reproducción.
Las piezas musicales se componen de frases repetidas, seguidas por otras nuevas. Los estribillos construyen un tema que puede durar unos minutos y viajar varios kilómetros de distancia.
Con el paso del tiempo, los cantos que se convirtieron en los
Ellas no son las únicas que se dejan endulzar el oído. Científicos de todo el mundo han estudiado los gemidos, lamentos y chirridos de las jorobadas, entre ellos se encuentra la costarricense Andrea Montero, investigadora asociada de Fundación Keto y encargada de Educación de la Organización para Estudios Tropicales (OET).
Los sonidos de los cetáceos se dividen en modulados (frecuencias bajas) y dirigidos (frecuencias altas). En las jorobadas, las frecuencias son bajas, por lo que el sonido viaja a más distancia.
Las jorobadas podrían utilizar el canto para funciones alternas a la atracción sexual, pero no se tiene una frase asociada solo a comunicación y otra a reproducción. Tampoco se sabe si se trata de una competencia entre machos, de atraer hembras o de ambas cosas.
Los cantos se relacionan con los machos, aunque se han reportado casos aislados de hembras vocalizando. Las de ellas no son canciones complejas ni asociadas a la temporada reproductiva.
Los cantos se reportan al inicio de la temporada. Se da un cortejo previo entre macho y hembra con roces de aletas. Cuando la hembra está receptiva antes de la cópula, se vuelve y muestra su vientre, donde está su genital. Es poco común que los machos sigan cantando una vez que consiguen pareja, su sistema de reproducción es promiscuo.
Sí, el canto es una adaptación evolutiva para la selección sexual. También hay factores externos que presionan hacia un rasgo evolutivo, de ahí que no se sepa si fue primero la competencia entre machos o la preferencia de las hembras por los machos que mejor cantan.
Depende de la población, de la época en que se grabe y de las pausas definidas por cada estudio. Al inicio una canción puede tener “sílabas” simples y luego “frases” complejas.
Para mí, lenguaje es cuando hay involucrada una sintaxis y el sonido del emisor está asociado al mismo significado del receptor. En este momento no hay forma de probarlo, menos con las jorobadas que miden más de 13 metros y se confunden entre el grupo.
La hipótesis tradicional se asemeja a la de otros animales terrestres. Por ejemplo, varias especies de ranas vocalizan cuando un líder se manifiesta, el resto le copia y hace cambios. Al demostrarles a los otros machos que son mejores, les indican a las hembras que sus hijos van a tener una genética superior.
Sí, tienen un efecto en la “territorialidad”. En Australia las han grabado hasta 23 horas continuas cantando. Incluso, algunas veces entran en “trance” y se reportan accidentes de ballenas con botes, pues disminuye la cantidad de oxígeno que reciben y se desplazan sin poner atención a los obstáculos.
Por tres o cuatro meses. Las ballenas del norte llegan a Costa Rica en diciembre y se quedan hasta abril, y las del sur llegan en julio y se va en noviembre. Durante ese tiempo cantan y la siguiente temporada retoman las últimas frases hasta modificarlas.
Entre los cetáceos pueden escucharse a unos 10 km. Los humanos solo los escuchamos con equipos de amplificación de sonido. Si una persona bajo el agua puede oír a la ballena seguro estará unos 2 km a la redonda.