19 de febrero del 2012, Centro turstico, ranario, reptiliario, mariposario, telefrico, canopy tour, estacin biolgica de investigacin, Limon cordillera de Talamanca en la imagen Julin Solano, encargado de las colecciones de insectos y del mariposario de Veragua / caravaca (Marvin Caravaca)
Allí, en medio del bosque, se detuvo. Observó una mariposa de alas amarillas saltar de una planta a otra hasta que decidió posarse y depositar sus huevos.
“Era una Protographium thyastes panamensis ”, dijo. Tomó la hoja con los huevos y se los llevó al laboratorio.
Todos los días seguía el crecimiento y transformación de la larva en pupa. Anotaba sus observaciones en un cuaderno hasta que aquello dejó el cascarón y se convirtió en mariposa.
Solo le quedaba una duda con respecto a la planta donde la encontró y, por eso, llamó a los expertos del Museo Nacional.
En ese momento se percató que su descubrimiento era más relevante de lo que creyó. Él, a sus 23 años, identificó la planta donde deposita los huevos esa especie y eso nadie lo había hecho antes.
“A esa mariposa no se le conocía la historia natural. No se sabía de qué se alimentaba la larva, cuánto tiempo tardaba la pupa... No se sabía nada”, comentó.
En unos meses, el artículo científico que se publicará vendrá firmado por Julián Solano Salazar, un joven que empezó como peón de construcción y terminó liderando un proyecto de investigación en la reserva privada de Veragua Rainforest, en Limón.
En el mariposario. Solano llegó a Veragua Rainforest como trabajador de construcción en el 2006. Vive en las cercanías del río Peje, a una hora a pie desde Las Brisas, que es el pueblo inmediato a la reserva.
Una vez que finalizaron las obras de infraestructura, Solano pasó a ser ayudante de operario y luego se desempeñó como ayudante de jardinería. “Ahí empecé a aprender los nombres científicos de las plantas, gracias al señor que era jefe de nosotros”, contó.
Por el interés mostrado, lo enviaron al Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) donde llevó un curso introductorio al orden Lepidoptera .
“Ahí empezaron a gustarme las mariposas”, comentó, y agregó: “Como me gustaban las plantas y las mariposas, entonces empecé a relacionarlas porque cada mariposa tiene una planta hospedera”.
Por ejemplo, y según dijo, la mariposa monarca –cuyas alas cautivan a los turistas– se alimenta de la planta de flores diminutas conocida como asclepia.
De ser ayudante de jardinería pasó a ser asistente de biología y encargado del mariposario.
Allí comenzó a ayudarle al biólogo Rolando Ramírez a montar escarabajos para la colección de insectos. “Yo me fui agarrando con las mariposas y aprendí a montarlas con ayuda de un libro”, relató.
A partir de ese momento, se hizo necesario salir al bosque a recolectar insectos para enriquecer el inventario. Para ello, utiliza trampas de fruta o una red entomológica. “Como la de Bob Esponja”, dijo.
A la fecha, la colección exhibe 1.235 mariposas de seis familias. Por el momento, Solano centra su atención en tres familias ( Nymphalidae , Pieridae y Papilionidae ) donde ya identificó 175 especies.
“Es increíble lo que hay en este parque. Aún hay mariposas que no he podido recolectar”, expresó mientras enseñaba el borrador del libro que está preparando sobre las mariposas de Veragua.
Investigador. En el 2012, Solano se puso otra meta: encabezar su propio proyecto de investigación para conocer los picos de actividad que, en el año, tienen las mariposas que se alimentan de frutas y así saber cuáles meses es cuando determinada especie está en la reserva.
“Ya no se trata de atrapar todo lo que aparezca con la red sino que solo lo que cae en las trampas de frutas. La colección que ya tenemos servirá de base para identificarlas”, declaró.
Para ello, se instalaron 12 trampas de fruta en seis sitios en el bosque. En cada lugar se colocaron dos trampas: una en la parte baja del bosque (sotobosque) y otra en la parte alta (dosel).
Las trampas se ponen durante los primeros seis días del mes y se revisan tanto en la mañana como en la tarde. Se recolectan dos individuos por especie. Si hay más, lo que se hace es colocarle una marca en la parte posterior del ala que indica un número que es único.
Una vez que se numera, se toma el dato del sexo, se fotografía, se toma la temperatura del lugar y el sitio donde se encontró. Luego se libera.
“Si el mes siguiente cayó otra vez en la misma trampa quiere decir que estuvo 30 días en el mismo sitio y así nos vamos dando cuenta cuáles son las especies residentes”, explicó Solano.
Asimismo, el investigador agregó: “Si a los tres años, esa mariposa sigue cayendo en el mismo lugar entonces la idea sería liberarla en otro punto del parque para ver si vuelve o no vuelve al primer sitio”.
Con este estudio, el joven también quiere observar la relación que existe entre el sotobosque y el dosel. “Quiero ver cuáles especies viven en la parte alta y en la parte baja. También haría un promedio de la actividad en ambas alturas para ver cuál mariposa de sotobosque llega a dosel y viceversa”, manifestó el investigador.
El estudio está ideado para cinco años y los resultados se publicarán en una revista científica.
Asimismo, la información que se genere servirá de línea base para otros estudios. “Cualquier investigador que quiera consultar la colección puede hacerlo. Esta es una colección científica”, aseguró Solano.
Ya son tres años de estar estudiando mariposas. “Sería bonito tener un asistente para que me ayude a recolectar los datos del proyecto de mariposas frugívoras y así me daría tiempo para iniciar otro proyecto de investigación que quiero hacer”, manifestó.
Cuando no está en el mariposario, trabajando en la colección o tomando los datos de su investigación, Solano atiende a escolares y colegiales de pueblos cercanos que se acercan a la reserva.
“Quiero enseñarles lo importante que es una mariposa, lo importante que es una simple planta”, manifestó con una sonrisa dibujada en el rostro.