¿Se le antoja un burrito relleno de larvas de escarabajo? ¿Qué tal chilasquiles con grillos?
Por más extraño que suene, estos platillos fueron una sensación entre las decenas de curiosos que asistieron ayer a la singular degustación de comidas del Museo de Insectos de la Universidad de Costa Rica (UCR), en Montes de Oca.
“Se siente crujiente, pero como tiene tortilla y queso no se siente un sabor diferente”, comentó Javier Arce, estudiante de Zoología, después de probar los chilasquiles con grillos ( Acheta domesticus ).
La actividad se repetirá hoy y mañana de 9 a. m. a 11 a. m. en el Museo de Insectos de la UCR, como parte de las celebraciones de la Semana Universitaria.
El menú será diferente para ambos días y estará preparado por el chef Ignacio Barrantes, quien se enorgullece de ser precursor en las recetas “a base de insectos”.
Los insectos que se emplean en los platillos son criados por especialistas. Federico Paniagua, asistente del Museo de Insectos de la UCR y coordinador de las degustaciones, asegura que son aptos para el consumo humano.
“Estos insectos han sido investigados en el museo y se saben los componentes nutricionales que contienen”, agregó Paniagua.
Sin embargo, advirtió que no todos los insectos se pueden comer.
“Faltan estudios para hacer un inventario de las especies comestibles en Costa Rica”, concluyó.
Los insectos fueron catalogados como “el futuro” de la comida por varios de los presentes.
“El problema son los prejuicios que tienen las personas que ni siquiera los han probado”, dijo Maylin Serrano, microbióloga que asistió con un estómago decidido.