Áncora

Solo se venden libros

Las librerías son lo más cercano a una iglesia para laicos. En sus pasillos encontramos el mismo silencio devoto, la misma fe compartida. A una librería no entramos a comprar libros, sino a venerarlos

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Como variante de la sentencia según la cual un país es su gente, podríamos aventurarnos a afirmar que un país es sus librerías. Argentina, por ejemplo, sería inconcebible sin esos insignes locales bonaerenses de la Calle Corrientes que, a fuerza de anudarse unos con otros, conforman un único y tupido laberinto en el cual es imposible no hacer las veces de minotauro.








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