EscucharUna “orden presidencial” activó en el 2023 un perverso juego con el programa La rueda de la fortuna, que se convirtió, como era de esperar, en una pifia descomunal. Pese a las sólidas objeciones técnicas, la Junta de Protección Social (JPS) decidió quitarle el espacio a Canal 7 para dárselo al Sistema Nacional de Radio y Televisión (Sinart).
Nada importaron las advertencias sobre el bajo rating de Canal 13 ni el impacto negativo que una menor visualización del programa podría tener en la venta de raspaditas.
Lo único que pesó, conforme sugieren los hechos, fue el deseo de atender instrucciones giradas desde Zapote en su conocido afán por sacarse clavos con la prensa independiente.
Además, el traslado de sede de La rueda de la fortuna encajaba muy bien en la cadena de medidas tomadas para convertir al Sinart en una megafábrica de propaganda progobierno.
No obstante, meses después, salen a la luz evidencias contundentes sobre el estrepitoso descalabro sufrido por el otrora popular programa de premios.
Informes de la JPS muestran una caída del 70 % de la audiencia desde que Canal 13 asumió la producción del espacio, en comparación con la televisora de Sabana.
Lo anterior trajo como efecto de cola que la Junta dejara de percibir ¢638 millones en ingresos por lotería instantánea, solo en el primer trimestre del presente año.
Dichos resultados son pésimas noticias para los pacientes en cuidados paliativos y personas sin vivienda que reciben apoyo económico gracias a la venta de ese producto.
Pero además, lo ocurrido representa un asalto a mano armada para el contribuyente, pues todo el dinero botado en este capricho provenía de las arcas del Estado.
¿Quién responderá ahora por tan desafortunadas determinaciones? Las actas de la Junta Directiva de la JPS señalan con claridad a varios de sus miembros.
Sin embargo, también será necesario investigar a fondo las presiones ejercidas por la Casa Presidencial en la concreción de uno de los peores negocios en la historia de la Junta.
Habrá que ver si las instancias administrativas tienen la valentía de abrir procesos internos y si las autoridades judiciales también querrán meter el dedo en la llaga.
Mientras llegan las decisiones, los seguidores del programa deberán verlo por YouTube, pues resulta que hasta esa plataforma digital ofrece mejor rating que Canal 13.
El autor es jefe de información de La Nación.
