Un hombre, cuya identidad se desconoce, fue ejecutado de un impacto de bala en su cabeza, en plena vía pública, pasadas las 10 p. m. del viernes, en Hatillo (San José).
De acuerdo con versiones preliminares de un testigo, quien transitaba por el sitio, a la víctima la bajaron de un vehículo y le dispararon en una ocasión.
Al llegar al lugar, las autoridades encontraron al fallecido con una bolsa negra en la cabeza y marcas en las muñecas, como si hubiera sido atado. Llevaba un pantalón de mezclilla, camiseta, así como medias blancas.
Los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) levantaron el cuerpo e iniciaron una búsqueda de evidencias por la zona, que permitan conocer las causas del crimen.
“Este hecho podría tratarse de un ‘ajusticiamiento’ vinculado con el narcotráfico. No es la primera vez que ocurre algo así en la zona”, expresó Wílberth Solano, jefe de la Fuerza Pública de Hatillo.
El OIJ se encuentra tras la pista del responsable de cometer el asesinato, pero, por el momento, no se tiene a ningún sospechoso.
El vehículo del que bajaron a la víctima no pudo se identificado por las autoridades.
Coincidencias. En aproximadamente un mes, cuatro víctimas de homicidio se hallaron con las cabezas cubierta con bolsas plásticas.
El caso más reciente ocurrió el pasado 7 de junio, en la urbanización Mayorca en San Sebastián de San José, cuando las autoridades encontraron los cuerpos de Alisson Hillary Barboza, de 16 años, y su sobrina, Rachell Paola Campos Molina, de 15 años. Ambas vecinas de Pavas.
Los cadáveres estaban esposados y con bolsas de basura en sus rostros.
El OIJ atribuyó al narcotráfico el asesinato de las dos mujeres; sin embargo, en su momento, no se logró determinar el vínculo que tenían y lo que provocó que fueran víctimas de homicidio.
Otro hecho similar se registró el 15 de mayo anterior. Un sujeto, quien fue cubierto con una bolsa plástica en su cabeza y con las manos amarradas, apareció asesinado en un lote baldío, en Calle Fallas de Desamparados, San José.
La víctima, de entre 20 y 25 años, presentaba 15 impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.
El hombre habría sido ejecutado en el lugar en donde se halló su cuerpo, luego de que un vehículo lo dejara en el sitio y huyera minutos después del homicidio.
Por las características del crimen, se pudo haber tratado de una venganza relacionada, como el caso anterior, con el narcotráfico.
En años anteriores también se han encontrado los cuerpos de personas fallecidas, con bolsas plásticas colocadas en la cabeza.
En agosto de 2011, German Lugo y Federico Dávalos, ambos mexicanos, aparecieron sin vida en Los Lagos de Heredia, envueltos en sábanas y cinta adhesiva, así como con sus rostros tapados con bolsas de plástico negras.
De igual forma, el 10 de setiembre de 2010, el cadáver de un hombre fue localizado en Las Vueltas de La Guácima, Alajuela, con varios balazos en la cabeza y algunas heridas de bala en el cuerpo.
Estos dos últimos casos de homicidios se vincularon, en su momento, con el tráfico de estupefacientes.