EscucharGinebra. Al menos 150 personas murieron la semana pasada en un nuevo brote de violencia en Puerto Príncipe, informó este miércoles la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La organización urgió a detener “la violencia de las bandas criminales” que asuelan Haití.
“Al menos 150 personas murieron, 92 resultaron heridas y unas 20.000 tuvieron que huir de sus hogares durante la semana del 11 de noviembre”, precisó en un comunicado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.
Después de estos incidentes, más de 4.500 personas murieron este año en un país que se hunde en una crisis profunda, indicó Türk.
“La última erupción de violencia en la capital haitiana es un presagio de lo peor que está por venir. La violencia de las bandas debe detenerse de inmediato. No debe permitirse que Haití caiga aún más en el caos”, recalcó el alto funcionario.
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Desde la semana pasada, la capital de Haití enfrenta una ola de violencia liderada por una alianza de bandas denominada “Viv Ansanm” (Vivir Juntos). Este grupo, formado en febrero, logró derrocar al primer ministro Ariel Henry.
Las bandas haitianas, bien armadas y organizadas, controlan más del 80% de Puerto Príncipe y las principales carreteras del país. Esto ocurre a pesar del despliegue de una fuerza internacional dirigida por Kenia para apoyar a la policía en la restauración del orden.
“Los aproximadamente cuatro millones de habitantes de Puerto Príncipe son prácticamente rehenes. Las bandas controlan todas las carreteras principales de entrada y salida de la capital”, señaló Türk en su comunicado.
Al menos un 55% de los asesinatos registrados la semana pasada, simultáneos y aparentemente organizados, resultaron de tiroteos entre pandilleros y policías, según la ONU.
Türk también informó sobre un aumento en los linchamientos colectivos.
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El martes, las autoridades indicaron que fuerzas de seguridad y grupos civiles de autodefensa mataron a 28 pandilleros en Puerto Príncipe durante una operación nocturna.
El año pasado, residentes apedrearon y quemaron vivas a una decena de personas acusadas de integrar grupos criminales.
