El pasado 18 de junio, el sumergible Titán de la empresa OceanGate partió hacia los restos del naufragio del Titanic.
Los ocupantes del sumergible eran Hamish Harding, Shahzada Dawood, Paul-Henry Nargeolet, Stockton Rush y su hijo Suleman Dawood.
El pequeño submarino debía regresar siete horas después de su expedición; sin embargo, no se volvió a saber de él ni de sus ocupantes hasta el 22 de junio, cuando se encontraron los restos del sumergible, pero no se halló ningún rastro de los cinco ocupantes. Tras el suceso, han surgido muchas críticas hacia la compañía OceanGate, a la cual se le acusa de negligencia.
Según el diario New York Times, han surgido nuevos datos sobre la tragedia.
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Bill Price, un pasajero que hizo una inmersión anterior en el Titán, afirmó que antes del viaje, la empresa les explicó las posibilidades de que el sumergible implosionara, y que esta información se les entregó de manera ‘terrorífica’.
Además, les mostraron los riesgos de la inmersión usando como ejemplo una lata de bebida siendo aplastada por un mazo, para demostrar los efectos de una posible implosión del sumergible.
De igual manera, Price expresó que la compañía comparó la presión del submarino con la que podría aguantar un elefante apoyando su peso sobre una pierna y a su vez cargando el peso de 100 elefantes más.
Esta información coincide con lo que posiblemente sucedió el pasado 18 de junio, momento en que se presentó la implosión del sumergible y fallecieron los cinco ocupantes del ‘Titán’, entre los que se encontraba el CEO de la compañía.