La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) se apartó, en diciembre pasado, de la recomendación de los economistas de la institución de reducir la tasa de política monetaria (TPM) en 0,25 puntos porcentuales (p. p.) para ubicarla en 3,75%.
En lugar de acoger la propuesta de la División Económica del BCCR, los directivos decidieron por unanimidad mantener la TPM en el 4% y esperar a la reunión de política monetaria de este jueves 23 de enero para definir el rumbo del indicador, que sirve de referencia para las operaciones financieras en colones, según se desprende del acta 6229-2024, del pasado 19 de diciembre.
Durante la discusión del mes anterior, Alonso Alfaro, economista jefe del Banco Central, presentó un balance de los principales indicadores económicos de Costa Rica y del contexto global. La conclusión del equipo técnico fue que aún era posible una nueva disminución.
“Nuestra recomendación con base en la información y tomando en cuenta las dos perspectivas, mantener o reducir, creemos que se inclinan hacia sufrir una reducción de 25 puntos base en esta ocasión (...) Creemos que hay espacio para una reducción adicional y colocar esa tasa en el valor de 3,75%“, manifestó Alfaro, tal como consta en el acta.
La propuesta de relajar la política monetaria se fundamentó en que la actividad económica del país era favorable, la variación interanual de los precios fue negativa hasta noviembre, y el incremento de los salarios no había generado presiones inflacionarias.
Por el lado de los riesgos, Alfaro mencionó la mayor incertidumbre comercial, el menor crecimiento de los socios comerciales, un auge crediticio en dólares y los fenómenos climatológicos, con su impacto en la oferta de productos agrícolas en la economía local.
“Ahora (estamos) terminando un año que fue muy electoral en el mundo, estamos a las puertas de conocer cuáles pueden ser políticas restrictivas que impacten la producción, flujos de inversión, comercio internacional y aparte de que existan esos riesgos de manera general, el riesgo es cómo podrían impactarnos a nosotros directa o indirectamente”, aseguró el economista en jefe.
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En el balance de los pros y contras, Alfaro recalcó que hubo consenso en el equipo económico del BCCR de promover una nueva reducción de la TPM.
La Nación solicitó al Banco Central una ampliación sobre las razones de la Directiva para apartarse de la recomendación de la División Económica, pero la entidad remitió a las explicaciones dadas por cada miembro de la Junta en el acta 6229-2024.
La tasa de política monetaria es una de las herramientas que tiene el ente emisor para influir sobre la economía, y, por lo tanto, también tiene efectos sobre los ahorros, las cuotas de los créditos y sobre el consumo. Se le denomina también “tasa de referencia”.
Para Pablo González, analista económico de Mercado de Valores, para la primera reunión de política monetaria de este año, es muy probable que la entidad monetaria mantenga la cautela con los movimientos de la TPM, especialmente, a la espera de las decisiones de implementar aranceles al comercio anunciadas por Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
Argumentos de directivos
El acta de la sesión 6229-2024 revela que los seis directivos presentes decidieron apartarse de la propuesta. Ellos fueron Róger Madrigal López, presidente del órgano; Marta Soto Bolaños, Silvia Charpentier Brenes, Max Soto Jiménez, Jorge Guardia Quirós y Juan Andrés Robalino Herrera.
En su argumentación, Madrigal destacó que las palabras “pausa” y “prudencia” prevalecieron en el mensaje de la División Económica. Además, señaló que en los meses de cierre del 2024 se observó un cambio en la tendencia inflacionaria registrada a lo largo del año.
“Se estima que (la inflación) sea positiva al final del 2024. Entonces, ahí hay un cambio, un punto de inflexión, tenemos una lectura verificada, otra con información de medio periodo de que son niveles relativamente altos de inflación en dos meses consecutivos”, subrayó el jerarca.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el índice de precios al consumidor (IPC) finalizó el año pasado en terreno positivo con una variación interanual de 0,84%.
Además, Madrigal enfatizó que la actividad económica del país continuó creciendo, por lo que la política monetaria del BCCR no representó un obstáculo para el incremento en la producción.
“En enero (del 2025) vamos a reconsiderar la situación, pero, en mi caso, yo me separaría de la recomendación de la División Económica y favorecería, más bien, hacer una pausa y mantener la tasa de política monetaria en 4%”, concluyó el presidente del Banco Central.
Para el directivo Jorge Guardia, la institución debe hacer una pausa en la baja de la TPM a la espera de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) concluya o complete sus reducciones.
“La Fed bajó 25 puntos base (sus tasas de referencia), pero, y esto es lo importante, ahora brilla la oportunidad para ir nivelando la desalineación de tasas pues aún estamos por debajo de los Fed Funds. Si nosotros bajáramos la TPM, ahora más, ensancharíamos la nociva brecha”, recalcó Guardia.
El 18 de diciembre, día previo a la reunión de política monetaria del BCCR, la Reserva Federal situó sus tipos en un rango de 4,25%-4,50%, desde el 4,50%-4,75%.
Por su parte, la directora Marta Soto calificó la decisión como difícil, pues los argumentos para bajar la TPM eran tan relevantes como los de mantenerla. Finalmente, consideró adecuado que se mantuviera en el 4%, dada la incertidumbre asociada a los conflictos geopolíticos y el comercio internacional.
En tanto, Silvia Charpentier y Max Soto coincidieron en que la aceleración de la inflación en servicios y alimentos justificaba una pausa en la reducción de la TPM.
Finalmente, Juan Andrés Robalino opinó que lo mejor era mantener la tasa en el 4% para esperar nueva información. “El Banco Central debe tomar decisiones considerando el largo plazo y con precaución. Por lo tanto, creo que observar los datos de finales de diciembre y mediados de enero nos podría dar una mejor base para decidir si reducimos la tasa”, explicó Robalino en el acta.
Colaboró el periodista Luis Enrique Brenes.