Los virus mutan, es decir, cambian su genética. Estas mutaciones generan nuevas variantes, algo que se vio frecuentemente con el SARS-CoV-2, causante de covid-19. El virus que causa el dengue sigue el mismo patrón. Por eso, su evolución es seguida de cerca para determinar si en algún momento una variante facilita su transmisión, hace más graves sus síntomas o es más letal.
En 2024, especialistas en virología del Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), ente encargado de hacer la vigilancia genómica de las enfermedades infecciosas, encontraron una nueva variante del serotipo del Dengue 2 (DENV-2) llamada Cosmopolitan.
Esta variante se vio por primera vez en febrero. A mediados de año había desplazado a la otra variante del DENV-2, llamada asiático-americano.
Para entender la importancia e implicaciones de este hallazgo La Nación conversó con Dihalá Picado Soto, del Laboratorio de Arbovirus (virus transmitidos por artrópodos), del Centro Nacional de Referencia de Virología del Inciensa.
¿Cómo es la variante Cosmopolitan?
Antes de continuar debemos realizar un repaso rápido del virus del dengue. Este virus tiene cuatro serotipos: 1, 2, 3 y 4. Actualmente, los cuatro serotipos circulan en Costa Rica pero el de mayor circulación es el 3. Los serotipos 1 y el 4 “empatan” en un segundo puesto.
Este virus no se transmite de persona a persona. Necesita un vector, en este caso, los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus. Si uno de estos mosquitos pica a una persona con dengue, portará el serotipo de virus que enfermó al individuo. Después de eso, transmitirá el virus a través de sus picaduras hasta su muerte.
En Costa Rica esta variante comenzó a buscarse de forma activa cuando se confirmó en Colombia. Sin embargo, estaban atentos desde antes cuando se detectó en Perú y en Brasil. Se sabía que era solo cuestión de tiempo para que llegara al país.
“En febrero se logró detectar el primer Cosmopolitan en Costa Rica. Después se dio un fenómeno natural: los virus van a competir entre sí. La población va a ser susceptible al virus nuevo. Más o menos en agosto, el Cosmopolitan desplazó al asiático-americano”, explicó Picado.
Hasta el momento, las investigaciones han concluido que esta variante no es más transmisible, agresiva ni letal.
“Tuvimos el mejor de los escenarios. Pudimos detectarlo apenas tuvimos la introducción, sin que hubiera casos graves, pero nos hizo ver la importancia de detectarlo a tiempo”, destacó la investigadora.
No obstante, el Ministerio se mantiene vigilante de esta y otras variantes.
¿Por qué es importante estudiar cambios en los virus?
La vigilancia genómica consiste en estudiar la genética de los virus que circulan y enferman a los costarricenses.
“Se hace un estudio para ver qué circula en el país, si hubo una introducción de una variante nueva. Esto puede deberse a un viajero con esa variante, a migraciones o a la selección facilitada por el cambio climático, que permitió al vector propiciar un cambio en el virus”, dijo Picado.
La técnica es la misma pero su frecuencia varía según el tipo de patógeno. Picado explicó que los virus respiratorios (como los de la influenza o SARS-CoV-2) mutan muy rápido por su forma de transmisión persona a persona y porque se dispersan aceleradamente. Esto los obliga a hacer una vigilancia más activa, una especie de “marcaje a presión” para detectar los cambios.
Por el contrario, el dengue es un virus más estable y con menos mutaciones. La vigilancia es igual de rigurosa pero menos frecuente y se hace como un análisis retrospectivo del comportamiento viral.
“Nos sirve para tener en lupa para ver si hay aumentos de dengue grave con una nueva variante y ver si esto está relacionado o no”, señaló la microbióloga.
No siempre es así. El año pasado, Inciensa realizó una investigación porque todos los fallecidos con dengue hasta entonces habían sido infectados con el serotipo 3 (DENV-3). Sin embargo, el estudio arrojó que no había una variante más agresiva ni letal del serotipo y las muertes estaban relacionadas con condiciones de salud propias de cada paciente.
En este análisis, expresó la científica, es crucial la información que los médicos reporten, y, por ende, la que el paciente brinda. Los datos de si hubo viajes al exterior y dónde, en qué lugar vive la persona, los síntomas que se tienen y su gravedad son vitales.
“Es importante que las personas acudan al médico si se sienten mal. Muchos creen que es mal de viaje y dejan el tiempo pasar y ahí perdemos tiempo. Porque estos virus bajan muy rápido su concentración en sangre y podríamos perder la oportunidad de diagnóstico. Entre más rápido se vaya, más rápido se tomará la muestra y será un mejor diagnóstico”, aseguró la científica.
¿Cómo se determinan los cambios en los virus?
El dengue es una enfermedad de notificación obligatoria, por lo que una vez que hay un caso positivo debe reportarse al Ministerio de Salud. Cada centro de salud o laboratorio debe enviar muestras positivas por dengue al Inciensa para que realicen este seguimiento.
Cuando las pruebas llegan al Inciensa solo se sabe que el paciente tenía dengue, pero no su serotipo. Al médico tratante y al paciente no les interesa tanto el serotipo pues el dengue se trata por igual sin importar esas clasificaciones genéticas y la vigilancia para los enfermos es la misma.
No obstante, a nivel de salud pública y de toma de decisiones sí se requiere ir más allá para determinar si hay cambios en el virus que obliguen a otro tipo de políticas públicas.
La prueba que indica cuál serotipo tiene cada persona, precisó Picado, solo se realiza en Inciensa. Con base en esto se determina la circulación de los serotipos 1, 2, 3 y 4 y su distribución en el país. El serotipo, ejemplificó la viróloga, es “cómo se ve el virus por fuera”.
Luego de esto se utilizan dos tipos de criterios para más pruebas. El primer criterio es de tipo epidemiológico, y se le da preferencia a muestras que provienen de turistas, zonas fronterizas, o si se trata de un serotipo muy raro en determinada zona, o si hay síntomas diferentes o más graves o factores de riesgo.
El segundo criterio es técnico. Se necesita que la muestra tenga cierta cantidad de virus (carga viral) para que la prueba pueda detectarla y no se desperdicien los recursos.
Las muestras que pasaron estos criterios son sometidas a la prueba para determinar el genotipo, es decir, su clasificación dentro del serotipo: “es como se ve el virus por dentro. Es decir, se ven iguales por fuera, pero por dentro pueden tener ‘cosas’ que lo hagan más transmisible o virulento, por eso debe estudiarse”, especificó Picado.
Así fue como se determinó la presencia de la variante Cosmopolitan del serotipo 2.
El virus cambia, las medidas para protegernos no
Aunque haya nuevas variantes esto no implica cambios en la transmisión del dengue, por eso las medidas para prevenirlo son las mismas.
- Elimine de su patio cualquier recipiente que pueda acumular agua, especialmente en época de lluvias.
- Tape los recipientes que almacenan agua.
- Deseche las llantas en desuso.
- Utilice repelente.
- Si vive en zonas de alta incidencia del dengue, considere el uso de cedazos en puertas y ventanas.
- Si va a realizar senderismo, evite blusas de tirantes y shorts, y prefiera blusas de manga larga y licras largas. Esto baja el riesgo de picaduras.
En caso de haber tenido dengue, también es muy importante estar atento a posibles señales de alarma que surgen días después de que las personas se recuperan. Entre ellas, las siguientes:
- Dolor abdominal intenso y continuo, que no cede.
- Náuseas y vómitos persistentes.
- Sangrado en las mucosas.
- Sangrado de encías con el lavado de dientes o al comer.
- Alteración del estado de consciencia.
El 2024 fue el tercer año con más dengue en la historia de la enfermedad en Costa Rica. A la semana 49 (que finalizó el 7 de diciembre) se habían reportado 30.149 casos; por semana se notificaron entre 100 y 150 casos con signos de alarma.
“Siempre hemos tenido dengue, sí, pero el dengue puede matar, debemos ser conscientes de eso y prevenir”, concluyó Picado.