Este miércoles, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) prohibió el uso del colorante Rojo 3, también llamado eritrosina en cualquier tipo de alimento o medicamento. Esta sustancia se utiliza para dar un color rojo brillante a los productos, haciéndolos más atractivos para el consumo.
La FDA dio a los productores de alimentos tiempo hasta enero de 2027 para eliminar el colorante; los de medicamentos tienen un año más, hasta enero de 2028. Esta medida obligará a los productores de alimentos en Costa Rica que exportan a Estados Unidos a adaptarse.
Sin embargo, como consumidores también surgen varias preguntas: ¿Por qué se toma esta medida? ¿Puede afectar la salud? ¿Hay un máximo que debería consumirse? ¿Cómo saber si un producto contiene este colorante?
Para responder a estas y otras preguntas, La Nación habló con Mauricio Delgado Angulo, representante del Colegio de Profesionales en Nutrición y con María Marta Ortiz Rechnitz, representante de la Asociación Costa Rica Saludable. Además, se exploró lo dispuesto por la FDA y por otros organismos internacionales.
¿Por qué el rojo 3 se prohíbe?
Desde hace más de tres décadas, este colorante se ha asociado con cáncer (especialmente de tiroides) en roedores. De hecho, desde 1990 la FDA lo prohibió para cosméticos y productos tópicos (que tienen contacto directo con la piel como cremas o lociones). En 1994, la Unión Europea prohibió el uso del ingrediente en alimentos.
La medida actual de la FDA responde a una petición planteada por varias organizaciones en 2022.
“Lo que a nosotros, que trabajamos en (nutrición) clínica, nos llama la atención es que hasta ahora la FDA lo está haciendo prohibitivo cuando llevábamos ya 35 años de tenerlo prohibido en cosmética”, destacó Ortiz.
La autoridad estadounidense aclaró que el riesgo aumentado de cáncer se debe a un mecanismo hormonal que ocurre en las ratas macho. Estudios en otros animales o humanos no mostraron el mismo efecto y no hay evidencia que muestre que el Rojo 3 cause cáncer en humanos.
“Las cantidades que yo puedo tener en mi dieta diaria de Rojo 3 son muy pocas. No va a amenazar mi salud. Pero son puntos rojos que se ven en ciertos alimentos y productos que nos dicen que tenemos que tener más cuidado con lo que comemos”, manifestó Ortiz.
Delgado aclaró que no se trata de que se genere cáncer en el momento en que se consuma, pues hay predisposiciones genéticas y otros factores en los hábitos que entran en juego. No obstante, dijo, ante el mínimo riesgo es necesario hacer las advertencias y tomar acciones como estas.
El cáncer no sería la única consecuencia. En el 2021, un estudio elaborado por la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental de California concluyó que el colorante Rojo 3 aumenta la vulnerabilidad de los niños a trastornos de comportamiento, como el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
“Las mamás que tienen niños con este trastorno llevan años de tener más conciencia de esto. Te dicen que en una fiesta se comieron varios confites o los quequitos rojos y sí se refleja en el comportamiento”, dijo Ortiz.
Delgado indicó que también deben tenerse en consideración alergias alimentarias.
El rojo 3 en alimentos
Este colorante es un producto sintético derivado del petróleo que se utiliza en confitería, cereales, snacks, bebidas carbonatadas o azucaradas, jaleas y mermeladas, patés, repostería y pastelería. Es normal en cualquier producto sabor a fresa, frambuesa o cereza, pero también en embutidos y carnes procesadas, como salchichas o tortas para hamburguesas.
Además, es el que les da su color característico a las cerezas de los pasteles o de las frutas enlatadas, pero también da el rojo particular a los queques red velvet. Asimismo, los comercios o personas que preparan su repostería en casa pueden conseguir este colorante como tal para aplicarlo en sus platillos.
Varios productos alimentarios con Rojo 3 son ultraprocesados. Un producto ultraprocesado es una formulación industrial hecha con sustancias extraídas o derivadas de alimentos que incluyen aditivos que dan color, sabor o textura para intentar imitar a los alimentos.
“Si usted ve ingredientes que no podría encontrar para cocinar en casa, el producto muy probablemente sea ultraprocesado, y sus ingredientes que afectan la salud van más allá del Rojo 3″, destacó la nutricionista Brenda Davy en entrevista con The New York Times.
Para determinar si un producto contiene este colorante o no (independientemente de si es ultraprocesado o no), basta con revisar la lista de ingredientes, pues debe venir declarado. Debe tomarse en cuenta que los ingredientes se enlistan de mayor a menor, por lo que cuanto antes aparezcan, mayor será su proporción en ese producto.
Leer las etiquetas puede ser complicado por lo pequeño de las letras, pero tomar una fotografía con el teléfono celular y hacer zoom, puede ayudar.
“Deberíamos estar atentos a qué aditivos están presentes en lo que compramos y que puedan llegar a afectarnos. Aunque la FDA vete este colorante, puede venir de otros países, por eso es necesario tomarse el tiempo de leer. Debemos saber lo que estamos comiendo”, señaló Delgado.
Para el nutricionista, la ventaja es que esto dará paso a mayores usos para colorantes naturales que no solo dan coloración, también nutrientes. Dio el ejemplo de la remolacha, de la cúrcuma y de los arándanos.
Rojo 3 en los medicamentos
El colorante rojo 3 también se ha utilizado comúnmente en la industria farmacéutica, principalmente en jarabes para la tos y la cobertura de algunos tratamientos orales para mejorar la apariencia (se ve en píldoras con sabor a fresa y en algunos medicamentos o suplementos pediátricos). Este aditivo no es vital para el funcionamiento del fármaco.
Con los medicamentos, esta es una oportunidad para recordar la importancia de no automedicarse. Sin embargo, puede ser más difícil tomar decisiones en los medicamentos que se recetan porque deben tomarse. Diferentes laboratorios a nivel internacional confirmaron que el nivel de Rojo 3 es “muy bajo”.
Rojo 3 en Costa Rica
A través de un comunicado de prensa, el Ministerio de Salud aseguró que en Centroamérica este colorante está registrado como aditivo alimentario y su uso todavía es permitido, para lo cual hay límites máximos.
Este colorante puede encontrarse en diferentes dulces, pero quienes realizan repostería o pastelería también pueden comprarlo para utilizarlo en sus preparaciones.
No obstante, la directriz de la FDA llevó a Salud a tomar dos decisiones sobre el Rojo 3:
La primera medida es convocar a una reunión extraordinaria de la Comisión Centroamericana de Aditivos Alimentarios para precisamente evaluar el uso de dicho colorante.
La segunda es un análisis de productos. Se tomarán muestras de alimentos que contengan Rojo 3 para verificar que cumplan con las cantidades permitidas actualmente. Estas muestras serán analizadas por el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
Mientras tanto, ¿qué hacer como consumidores?
La eliminación del Rojo 3 llegará en dos años para los productos importados de Estados Unidos y todavía no se sabe qué pasará con los de Costa Rica. Sin embargo, como consumidores sí hay acciones que pueden tomarse.
Para ambos entrevistados, esta es una oportunidad para comenzar a revisar lo que consumimos, tomarnos el tiempo y leer las etiquetas y preferir los alimentos sin procesar.
“Que esto no sirva solo para Rojo 3, también para ver si tiene mucha azúcar, mucha grasa, mucho sodio. Empezar a ver todo lo que nos llevamos a la boca. Que nos sirva para usar menos ultraprocesados. De las cosas naturales, ninguna tiene Rojo 3 ni otro aditivo”, afirmó Ortiz.
Delgado coincidió: “Priorizar lo natural, evitar los ultraprocesados”.
Un tip para cuando estamos en un supermercado es ir primero por las frutas y verduras. Luego, cuando estemos en pasillos donde los colores sean “brillantes y atractivos”, fijarse en cuáles tienen ese rojo, revisar si tiene el Rojo 3 y con base en eso escoger si se lleva o no, pero siendo conscientes de los riesgos.
“Si nuestra alimentación es un abrir y botar de bolsas y latas, algo estamos haciendo mal y debemos tener cuidado”, concluyó Delgado.