
La cantidad de bancos en Costa Rica se redujo a la mitad en los últimos 25 años, pasando de 26 en el 2000 a 12 en 2025, una vez que se concrete la fusión de Scotiabank con Davivienda y se oficialice la desincripción de Prival como intermediario bancario. ¿Qué impacto tiene esta tendencia en la competencia y el acceso al sistema para los usuarios de servicios bancarios?
Actualmente, hay 14 entidades bancarias en funcionamiento. En este período han predominado los procesos de fusión, aunque también se han dado crisis como la de Bancrédito, cuya operación fue asumida por el Banco de Costa Rica (BCR).
Para Hazel Valverde, jerarca de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), la competencia no es tema de preocupación.
“Lo más importante es que las entidades que permanezcan tengan capacidad de competir entre ellas. Este problema lo tendríamos si tenemos entidades muy desiguales que no tienen capacidad de generar competencia. Mientras se tenga una cantidad de entidades con capacidades equivalentes, que puedan satisfacer las necesidades de consumidores financieros, no debería ser un elemento de preocupación”, expresó Valverde.
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Bernardo Alfaro, exgerente general del Banco Nacional y exjerarca de Sugef, manifestó que los márgenes de intermediación del sistema han venido reduciéndose, lo que da señales de mayor eficiencia y competencia, pese a que son menos entidades.
“La eficiencia ha ido en aumento, la competencia ha ido en aumento. El gran beneficiado de eso es el cliente, porque obtiene cada vez mejores condiciones en los créditos, o con mejor remuneración en sus depósitos (...) La competencia es muy cruda”, señaló Alfaro.
No obstante, para Carlos Fernández, exgerente del BCR, una menor cantidad de bancos en el sistema podría incidir en los usuarios de servicios bancarios, particularmente en segmentos corporativos y de personas.
Fernández señaló que esta dinámica dificulta el acceso a servicios financieros a precios competitivos debido a la menor cantidad de entidades participantes en el mercado bancario.
El exgerente explicó que, para las grandes empresas, se reducen las opciones de bancos con la capacidad de ofrecer los servicios que demanda el segmento corporativo, especialmente en materia de crédito.
“En el sector de personas, no todos los bancos prestan a larguísimo plazo en el sector de vivienda, por ejemplo (...) Pero todavía hay una gama de buenas opciones para conseguir crédito para personas en consumo y tarjetas”, manifestó Fernández.
Sin embargo, el exgerente advirtió que la menor competencia en el sistema impacta los costos que deben asumir los usuarios para acceder a estos servicios, particularmente tasas de interés.
“Los precios del crédito y en tasas de interés de los depósitos no se mueven tanto. Con 12 bancos ya no es una gran competencia, lo que podría generar poca movilidad en los precios. El costo de los servicios no tendería a bajar”, afirmó Fernández.
A finales de 2024, Róger Madrigal, presidente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), manifestó que una mayor competencia en el sistema financiero podría hacer que los intermediarios se alejen de los topes máximos establecidos en segmentos como el de créditos de consumo.
Durante una presentación ante el Plenario el 11 de noviembre, Madrigal también dijo a los diputados que la falta de competencia en el sistema financiero dificulta el traslado de las reducciones de la Tasa de Política Monetaria (TPM) al mercado.