
Adultos mayores enfermos invirtieron millones de colones en un fideicomiso creado por los socios mayoritarios de Desyfin, financiera que actualmente está en un proceso de cierre, y ahora temen perder su dinero. De hecho, denunciaron que, desde hace varios meses, dejaron de recibir los rendimientos que utilizaban para pagar sus gastos.
Así consta en una demanda planteada por un grupo de 20 inversionistas contra el Estado y la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) ante el Tribunal Contencioso Administrativo, bajo el alegato de que el Estado no los protegió.
La resolutora de Desyfin no accedió a considerarlos acreedores en el proceso de cierre porque el fideicomiso funcionaba aparte de la entidad regulada. Ellos alegan que les hicieron creer que invertían en Financiera Desyfin.
“He tenido que buscar ayuda médica, tomar medicamentos y buscar apoyo psicológico”, afirmó un adulto mayor a quien identificaremos, por protección, con el seudónimo de Fernando.
Vivian, otra de las afectadas y quien invirtió $415.000 (¢207 millones), añadió: “Mi hábito de ahorro me permitió atender varios problemas serios de salud que surgieron cuando ingresé a la tercera edad (...). Fueron mis ahorros los que salvaron mi salud. En la actualidad, ante la imposibilidad de acceder a estos fondos, tengo total incertidumbre y mucha preocupación sobre cómo enfrentaré cualquier otra eventualidad grave de salud. Mientras tanto, sufro de hipertensión y prediabetes, que atiendo con medicinas pagadas con mi pensión mensual”.
Según el expediente 25-000400-1027-CA, del cual tiene copia La Nación, la demanda fue presentada el 20 de enero.
La mayoría de los demandantes son adultos mayores, pero también hay empresas y otras personas que invirtieron en el Fideicomiso Emisión, Administración y Garantía de la Emisión Privada de Deuda 2017, creado el 23 de marzo de 2017 por la familia Lacayo Beeche, principales socios de Desyfin, y administrado por la firma Cofin.
El Ministerio Público investiga a los accionistas mayoritarios de la Financiera bajo la hipótesis de que crearon fideicomisos para supuestamente ocultar la morosidad de Desyfin.
Precisamente, el fideicomiso en el que invirtieron los adultos mayores es uno de los instrumentos que, según la Fiscalía, se habrían utilizado para comprar cartera de crédito morosa de la Financiera con recursos de inversionistas. El objetivo era captar $10 millones.
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En otra parte de la demanda, se lee: “Invertimos en este fideicomiso la cantidad de $5.531.827. Financiera Desyfin nos lo tiene bloqueado, no lo giran y, como adultos mayores en su mayoría, necesitamos al menos el dinero para sufragar enfermedades y para nuestro diario vivir”.
Guillermo Gutiérrez, representante de los inversionistas del fideicomiso creado por la familia Lacayo Beeche (accionistas mayoritarios), explicó que, tras la intervención de la Financiera realizada el 13 de agosto, ellos esperaban el pago trimestral de los beneficios por sus inversiones, pero este nunca llegó. Previamente, todo había funcionado con normalidad.
Entre los perjudicados están Susana, de 89 años, quien aseguró tener enfermedades y necesidades propias de su edad, y Pablo, de 71 años, un pensionado que utilizaba los ingresos de su inversión para su sustento y el de su esposa. Para proteger la identidad, todos los nombres utilizados en los testimonios son seudónimos.
Karol, quien también es adulta mayor, indicó que recibió el último pago en agosto de 2024 y, desde entonces, se ha visto en dificultades económicas, pues dependía de los intereses para cubrir sus necesidades.
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Otras personas también reportaron afectaciones psicológicas derivadas del estrés financiero provocado por esta situación, como ansiedad, angustia o ataques de pánico, para los cuales han requerido medicación.
El representante de los inversionistas aseguró que, en su mayoría, los adultos mayores dependían completamente de los rendimientos.
Añadió que algunos empresarios invirtieron fondos de sus compañías. En el expediente, consta el caso de al menos dos empresas, cuyos representantes indicaron que necesitan el dinero para seguir con sus negocios.
Resolutora de Desyfin negó solicitud
Francisco Arias, abogado de los inversionistas, comentó que solicitaron a la resolutora de Desyfin, Mariane Kött, que incluyera a los afectados dentro de los acreedores de esta entidad, pero ella respondió que el fideicomiso es un instrumento aparte.
El abogado explicó que también solicitaron una compensación de deudas para los inversionistas que tienen créditos en Desyfin y dinero en el fideicomiso, pero la petición fue rechazada.
Kött confirmó a La Nación que el proceso de resolución de la Financiera no tiene ninguna relación con el fideicomiso, por lo que no era posible emitir alguna opinión o responder las preguntas relacionadas al tema.
‘Utilizaron músculo de la Financiera’
Los propietarios mayoritarios habrían utilizado la imagen de la Financiera Desyfin para captar inversionistas interesados en adquirir los bonos del fideicomiso, según testimonios de los afectados.
“Se usó el músculo de la Financiera para captar nuestros recursos, haciéndonos creer que estábamos invirtiendo en un nuevo producto que se llamaba fideicomiso”, externó el representante de los inversionistas.
Federico Campos, abogado de la familia Lacayo, negó que se utilizara la fachada de la Financiera para captar dinero en el fideicomiso y afirmó que siempre se actuó bajo el marco de la legalidad y las buenas prácticas.
“En todo momento se le informó a los inversionistas la estructura de un fideicomiso privado, manejado en un fiduciario tercero inscrito ante la Sugef, en este caso Cofin, quien utiliza un instrumento comercial legítimo para obtener un financiamiento privado, constituyendo un patrimonio autónomo, bajo la fiscalización de la Sugef como entidad fiduciaria. Los inversionistas bajo su sola voluntad buscan un mejor rendimiento e invierten en el instrumento”, explicó Campos.
El representante de los afectados afirmó que ingresaron al fideicomiso a través de una invitación de los ejecutivos de Desyfin, a pesar de que este era un instrumento privado entre los Lacayo, los inversores y Consultores Financieros (Cofin), como administrador.
“Teníamos fondos invertidos en la Financiera. Nos vimos afectados porque cuando se nos invitó a participar en el fideicomiso, fuimos claramente inducidos de forma, yo diría hasta malévola, a invertir creyendo nosotros en la Financiera y suponiendo también que era la Financiera la que estaba haciendo la captación de nuestros recursos”, dijo Gutiérrez.
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Otro testimonio en el expediente señala que Desyfin nunca informó a los clientes sobre los alcances del fideicomiso. “Es algo ilegal no decirle a los clientes dónde va a estar su dinero”, se lee en el documento.
Recibieron acciones de Desyfin como garantía
Como garantía de sus inversiones, recibieron acciones de las sociedades accionistas del Grupo Desyfin, aunque desconocían su valor real, se indica en el expediente. Además, Gutiérrez afirmó que estas acciones perdieron gran parte de su valor tras la debacle de la entidad.
El abogado Arias indicó que el propósito de esa garantía era que, en caso de incumplimiento, los inversionistas recibieran el monto real del valor de las acciones y no que se convirtieran en socios de la empresa.
También, señalaron responsabilidad al fiduciario, Cofin, por diseñar, según su criterio, un contrato estructurado para proteger a los fideicomitentes (familia Lacayo) en perjuicio de los fideicomisarios (inversionistas).
Danilo Zamora, gerente de Cofin, refutó estas afirmaciones. Añadió que como fiduciarios cumplieron con la responsabilidad de velar por los activos del fideicomiso, así como del buen funcionamiento del mismo. Agregó que siempre han actuado según lo establecido en el contrato del instrumento y en la ley.
“Su labor (la de Cofin) es custodiar las acciones y los libros que constituyen los activos del fideicomiso y la garantía de los acreedores, lo cual ha realizado por más de siete años”, comentó Zamora, en una respuesta escrita.
El gerente de Consultores Financieros añadió que no les consta que los fideicomitentes usaran la fachada de la Financiera para captar los inversionistas. “La labor del fiduciario se circunscribe a las obligaciones establecidas en el contrato y en la ley”, añadió.
El fideicomiso
Este fideicomiso se creó para obtener hasta $10 millones en financiamiento privado con el fin de comprar cartera de crédito de Desyfin. No obstante, la investigación de la Fiscalía presume que los recursos se habrían usado para adquirir préstamos con alta morosidad.
El financiamiento se concretó mediante una emisión privada de valores de corto plazo, representados por bonos en forma de certificados de participación fiduciaria emitidos por Cofin, en favor de los inversionistas del fideicomiso que aportaron los recursos para la colocación.
El objetivo de este instrumento, según la Fiscalía, era ocultar la verdadera situación financiera de Desyfin y evitar las estimaciones regulatorias correspondientes, a fin de esconder la situación real de la entidad supervisada.
Nota del redactor: El artículo se actualizó a las 8:20 a. m. de este martes 25 de marzo para incluir la respuesta de Federico Campos, abogado de la familia Lacayo, recibida en horas de la mañana.