Esmeralda Jiménez es una costarricense que ha logrado destacar junto a vvarios artistas de talla mundial. Por ejemplo, recientemente colaboró con el reguetonero puertorriqueño Jay Wheeler. Pero muy pocos la conocen por su nombre real, en cambio, si decimos Shantty, la historia cambia.
La joven, de 23 años, vive su mejor momento musical. Wheeler la contactó para incluir su canción 24 en el nuevo álbum Girasoles, pero con el nombre de Te amo, tal como lo dice el coro y como la buscaban varios usuarios en TikTok.
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Llegar hasta aquí le costó lágrimas, esfuerzo y dinero. Como ella misma lo afirma, la industria musical requiere inversión. Creció en el centro de San José. Es la segunda de cuatro hermanas, quienes desde pequeñas buscaron formas de salir adelante y apoyar a su madre.
“Desde niña sentía la necesidad de ayudar a mi mamá con lo que pudiera. Cuando no estaba en la escuela o el colegio, vendía dulces. Mis hermanas y yo hacíamos galletas en casa y las ofrecíamos en el barrio, en el vecindario y hasta en los semáforos”, contó.

Hoy se dedica por completo a la música, pero el camino no fue fácil. Hace unos tres años comenzó a hacer freestyle, es decir, a rapear de manera improvisada sobre una base musical. Se grababa y subía los videos a redes sociales. Así empezó a hacerse conocida, hasta lograr sus propios shows. Poco a poco, escribir y vivir de la música se convirtió en su meta.
El primer intento no salió como esperaba, pero las oportunidades llegaron.
“Ahorré mi salario y pagué mi primer video. Casi me estafan porque luego no querían grabarme. Tiempo después, cuando empecé a lanzar música, gracias a Dios, tuve más presentaciones, lo que me ayudó a seguir invirtiendo en otros videos”, relató.
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Mirando atrás, recuerda que trabajó en una tienda departamental, como mesera y también en un salón de belleza, donde barrió cabello. Esas experiencias la formaron y la llevaron hasta donde está hoy.
“Vengo de una realidad donde hay que esforzarse para lograr las cosas. Eso me ayudó a forjar un carácter paciente en esta industria llena de altibajos”, explicó.

Shantty conversó con La Nación sobre su presente artístico, las críticas que recibe y el camino que recorrió para llegar hasta aquí.
- ¿Cómo describe este momento de su vida?
Es una oportunidad que, gracias a Dios, se está dando. Sin embargo, es algo que yo sabía que en algún momento iba a suceder. El que trabaja por algo en algún momento lo logra. Esto no fue algo que planeé ni que busqué. Simplemente sucedió”.
“Mucha gente dice que esta canción en el álbum de Jay Wheeler fue gracias a mi disquera. Yo ni siquiera soy parte de ninguna disquera. Esto fue un artista que conectó con la música de otro artista de manera genuina. Gracias a internet y a mi público hermoso, esta colaboración se dio”.
- ¿La han criticado por la grabación?
Mucha gente cree que hay mucho detrás. He leído comentarios denigrantes como: ‘¿Quién sabe qué tuvo que hacer para que esta colaboración se diera?’. Jamás en la vida. Jay Wheeler es un artista súper talentoso, pero, además, es un gran ser humano. Lo respeto mucho, al igual que a su esposa, Zamira, a su familia y a su equipo de trabajo.
“Agradezco mucho haber tenido la suerte de toparme con un equipo tan cálido y tan lindo. Además de ser personas súper exitosas, son muy humildes y me están abriendo las puertas para trabajar con ellos”.

- ¿Cómo fue que se dio la grabación con Wheeler?
Jay me escribió un día y yo dije: ‘¿Qué? ¿Me está escribiendo?’. Todo comenzó porque él comentó un video mío con la frase: ‘Qué bonita canción’. Entonces hice un video reaccionando a su comentario. Mi hermana mayor me grabó en su casa. Yo estaba tan emocionada que casi me daba un paro cardíaco. Grité y todo. En el video mi hermana me dice: ‘Esmeralda, usted no se puede desmayar porque recuerde que estamos en el campo y aquí no llega ni una ambulancia. Lo que hay son vacas’”.
“Eso le pareció gracioso a Jay y respondió: ‘No puedo creerlo, no puedo creer que te guste mi música. Yo también te admiro mucho. Que Dios te bendiga’. Después me dijo: ‘Estoy haciendo un álbum y tu canción, por pura casualidad, calza perfecto. ¿Te gustaría que fuera parte del álbum?’. Le respondí: ‘¡Por supuesto!’. Luego viajé a Orlando, conocí a todo su equipo y a Yezziel, su productor. Cuando vi la casa productora solo pensaba: ‘Dios mío, Jesucristo, ¿qué estoy haciendo aquí?’”.
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- En un video en su TikTok publicó que había una banquita donde antes lloraba y ahora agradece por lo que ha pasado. ¿Cuál es la historia de ese lugar?
Esa banquita está afuera de la casa de mi mamá. Desde niña y en mi adolescencia iba y me sentaba ahí. Me acuerdo de cuando me rompían el corazón, cuando necesitaba despejarme o solo quería un momento a solas. Siempre ha sido mi espacio para respirar y hablar con Dios con tranquilidad. Hace poco me senté ahí un rato, revisé mi celular y caí en cuenta de todo lo que estaba pasando. Pensé: ‘Qué increíble. Han sido años de esfuerzo, años de trabajo sin descanso y hasta ahora sucede esto. Qué locura’”.
Hace unos meses estaba muy triste porque terminé una relación de pareja que me afectó mucho. Pero ahora veo que eso mismo me está dando el impulso para brillar. Esta canción, que antes se llamaba 24, surgió porque me terminaron un 24 de diciembre”.

- ¿Cómo se toma las críticas?
Todo lo malo que la gente diga de uno solo es gasolina para seguir. Hay personas que se incomodan con el éxito ajeno. Por eso siempre les digo a mis hermanas que uno debe trabajar en lo suyo. Así, cuando vea a otros triunfar, sentirá felicidad y no envidia. En mi corazón me siento tranquila y feliz. Tengo la conciencia limpia. Sé que voy a seguir trabajando y creciendo”.
Tengo 23 años y he crecido expuesta a la opinión de muchas personas que ni me conocen. Algunas creen que pueden definir si soy buena o mala persona según lo que alguien diga. Pero no pasa nada. Sé que, como artista, esto es parte de mi trabajo y es algo con lo que tengo que vivir”.
- ¿Y ahora en qué trabaja?
Estoy dedicada al 100 % a mi álbum. En él está mi corazón. De ahora en adelante, la música que escuchen de mí será música con la que estoy conectada. Estoy trabajando con artistas con los que soñé toda mi vida. Esto proviene 100% de Dios. Mi álbum está producido por un equipo de trabajo mexicano. Diría que un 90 % de los productores son de México y un 10 % son de Costa Rica”.
Amo la música. La hago desde el alma y el corazón. Me nace de manera natural. Creo que la música me salvó la vida y lo agradezco infinitamente. Esto es algo que me eligió a mí, sin yo saber cómo ni tener los medios. Me eligió y me siento muy honrada”.
