Ganarse la vida maquillándose a sí misma y a otras personas parecía un sueño inalcanzable, hasta que se convirtió en su pan de cada día. Con una combinación de esfuerzo y talento, Ashlooks se posicionó como la maquillista costarricense más viral en redes sociales, al reinterpretar y darle vida a personajes como los villanos más épicos de Disney o las hadas de El club Winx.
Oriunda de Desamparados, esta joven captura la atención de gran parte de la industria de la belleza en el país, al menos en el ámbito digital. No es de sorprenderse, ya que en cuestión de segundos, como si realizara un truco de magia, se maquilla y se transforma por completo. Así lo ha demostrado con personajes como Barbie, Tristeza de Intensamente o incluso el fantasma de La Monja, ya que sus cosplays abarcan todo tipo de estilos y géneros.
Aunque cada maquillaje es un mundo en sí mismo, no es raro que Ashley dedique entre seis y ocho horas para traer a la vida a estas figuras complejas, que usualmente suelen ser del cine y la televisión. Incluso, cuando realiza maquillajes “simples” y menos elaborados, puede tardar entre hora y media o tres; un esfuerzo que considera valioso para mantener sus perfiles actualizados y atractivos.
“Todo esto inició, más que todo, por decir ‘voy a pasar el tiempo haciendo algo que me gusta’. Y bueno, viendo que a la gente le gusta, se convirtió en mi trabajo. Cuando yo empecé, no sabía que yo podía ganar de esto. Solo lo hacía por pura diversión y estoy muy agradecida”, expresó la creadora de contenido en entrevista con La Nación.
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El inicio de Ashlooks en el maquillaje
A sus 23 años, Ashley Orozco logró fusionar su pasión por el mundo artístico y el maquillaje; conexión que cultivaba desde que era pequeña y pasaba su tiempo jugando con los broches de su madre. Sin embargo, antes de alcanzar la impresionante cifra de 2,5 millones seguidores en TikTok y 241.000 en Instagram, no creía tener el potencial necesario para destacar en redes sociales.
Hacer videos fue un talento oculto que comenzó a explorar gradualmente durante la pandemia de la covid-19, en 2020, cuando aprovechó el tiempo en casa para practicar con mayor dedicación. Solía maquillarse a diario y se grababa siguiendo las tendencias propias de la red social, pero estos esfuerzos quedaban archivados por el miedo y vergüenza de exponerse al “¿qué dirán?”.
Aun así, casi de la noche a la mañana, dejó estos temores atrás y se atrevió a publicar. Para su sorpresa, el contenido encantó al público y recibió un apoyo abrumador que la motivó a continuar en esa dirección. Eligió su nombre sin complicaciones, buscando algo que no sonara aburrido pero que reflejara su esencia: Ashlooks, una abreviatura de “los estilos de Ashley”, en inglés.
A partir de ese momento, tuvo que aprender por sí misma sobre iluminación, manejo de cámaras, grabación, edición y otros aspectos técnicos para lograr la fantasía en cada video. A medida que publicaba más contenido y atendía las solicitudes de sus seguidores, quienes querían ver sus interpretaciones de Emily de El cadáver de la novia o Kim Possible, por ejemplo, creció su notoriedad. Hasta la fecha, se destaca no solo por perfeccionar cada trazo en su rostro, sino también por su compromiso en conseguir las pelucas y atuendos exactos para brindarle justicia a cada personaje.
Hoy, cuatro años después de haberse “lanzado al agua” con sus videos, sigue innovando y acumulando millones de vistas, comentarios e interacciones en cada una de sus publicaciones, donde forjó una comunidad dedicada a la apreciación del arte del maquillaje.
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A lo largo del tiempo, Ashley ha ampliado su repertorio y se ha atrevido a utilizar nuevas técnicas para lograr distintos resultados, como cuando se transformó en un personaje de Pretty Little Liars como si fuera una persona muerta. Detrás de la pantalla, dedicó tiempo para aprender sobre la aplicación de sangre falsa, con el fin de obtener un acabado más preciso y realista.
Además de compartir sus procesos de maquillaje en redes sociales, que ya son su principal fuente de ingresos, la creadora de contenido es estilista y propietaria de un salón de belleza en Desamparados, donde atiende a sus clientes con regularidad. Cuando no está inmersa en este mundo digital, Ashley es como cualquier otra joven de 23 años. Disfruta de su tiempo libre con la familia, particularmente en karaoke, pintando óleos y siempre nutriendo su creatividad.
A futuro, planea compartir más contenido sobre consejos de belleza y tutoriales de peinado y maquillaje; eso sí, siempre con el objetivo de mantenerse alejada de las polémicas y conservar una comunidad sana, sin odio ni discriminación.
“Si quieres hacer videos pero no tienes algún apoyo o te da miedo el que dirán, yo siento que no hay que escuchar esos comentarios o pensamientos negativos. Simplemente hay que ‘tirarse al agua’, porque uno no sabe que pueda pasar. La vida es de oportunidades y hay que tomarlas. Tú puedes hacer esas cosas que se te presentan”, aconsejó la maquillista.