
Hasta en las mejores familias pasa. La princesa Leonor está envuelta en un escándalo luego que fuera captada “de civil” por las cámaras de seguridad de un supermercado de Chile, país al que llegó en un buque junto a 75 compañeros, como parte de su formación militar en la Escuela Naval de Marín.
En las imágenes se ve a la princesa española entrar y caminar por los pasillos del centro comercial, junto a un grupo de jóvenes. Ahora, el debate público arde señalando que la joven de 19 años se escapó de la academia para vivir una “torta” juvenil que pareciera ser inaceptable para muchos.
Sumado al video, otras fotografías que circulan en redes sociales muestran, en apariencia, a la princesa española con una cerveza en mano en un bar.
Sin embargo, la realeza ibérica ya sacó su colmillo y blindajes y respondió con un revés que desvió la atención de la supuesta infracción a las reglas de Leonor. La Casa Real Española anunció hace unos días que interpuso una demanda al centro comercial que difundió el video.
Ante esto, la dirección del establecimiento comercial asumió que compartió el material a medios de comunicación, argumentando fines periodísticos. Además, se mostraron dispuestos a colaborar con las autoridades, pues según confirmó la Fiscalía de Chile, ya existe una investigación en curso.
“La Fiscalía Regional de Magallanes y Antártica Chilena confirma que (...) se abrió una investigación (...) por la difusión de imágenes de carácter privado sin el consentimiento de los afectados”, dijo el ministerio público al ser consultado por AFP.

Cabe destacar que esta no sería ni de cerca la mayor polémica de la familia Borbón, pues al subir un par de escalones en el linaje azul y recordar sucesos de los últimos años, queda claro que en la Casa Real no se predicaba con los mejores ejemplos. Juan Carlos I, el abuelo de Leonor, huyó exiliado de España en medio de acusaciones de fraude fiscal, infidelidades y chantajes.
De momento, no se sabe con certeza si la heredera del reinado español asistió a la fiesta y anduvo por las calles de Chile con o sin autorización de sus formadores académicos. En principio, la parada que hizo el buque en el llamado “puerto del fin del mundo” estaba principalmente dedicada al abastecimiento y mantenimiento del barco y al descanso de los tripulantes del navío, que el pasado domingo ya zarpó rumbo a Valparaíso, Chile.
Durante la estancia en Punta Arenas, los guardamarinas tuvieron tiempo para recorrer la ciudad austral y visitar algunos de sus atractivos, como el mítico Pub Colonial o el propio centro comercial Zona Franca.
Tras Valparaíso, el buque escuela seguirá su rumbo a El Callao (Perú), Ciudad de Panamá (Panamá), Cartagena de Indias y Santa Marta, (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (EE. UU.), desde donde volverá a cruzar el Atlántico para volver a España en julio.