La Semana Santa es la celebración religiosa más importante del calendario católico. Durante estos días, millones de personas en todo el mundo conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo con actos de fe, oración y recogimiento.
Su origen se remonta al siglo IV, cuando la Iglesia definió formalmente un periodo de penitencia y renovación espiritual para recordar el sacrificio de Cristo. Desde entonces, además de los rituales litúrgicos, también han surgido numerosas creencias populares —algunas insólitas— sobre lo que se debe o no hacer durante esta época.
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En muchos países de tradición católica, estas supersticiones se han transmitido de generación en generación, y aunque no forman parte de la doctrina oficial, todavía hoy son tomadas con seriedad por sectores de la población.
Cinco supersticiones populares de Semana Santa
1. No bañarse en ríos, el mar o lagunas el Viernes Santo
Una de las creencias más extendidas, especialmente en zonas rurales, es que bañarse ese día —y sobre todo en ríos o lagunas— puede tener consecuencias fatales. Algunas personas aseguran que quien lo haga corre el riesgo de ahogarse o, en versiones más simbólicas, de “convertirse en pez”.

2. Abstenerse de relaciones sexuales
Este mito continúa siendo uno de los más comentados. Para algunos, tener relaciones durante la Semana Santa es un acto de irrespeto que puede traer consecuencias físicas o espirituales. Hay quienes aseguran que las parejas que lo hacen “se quedan pegadas” como castigo por el pecado.
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3. No barrer ni hacer limpieza
En muchos hogares se evita barrer o realizar labores domésticas en los días más solemnes. La quietud y el silencio son vistos como signos de respeto y la actividad física es interpretada como una distracción frente al carácter sagrado del momento.
4. No cortarse el cabello
Algunos asocian este acto con la mala suerte o con el riesgo de cortar la prosperidad para el resto del año. Por eso, cambiar de look durante la Semana Santa es algo que muchos prefieren posponer.