Este miércoles, Michael Soto, subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), confirmó a La Nación que las más de 32.000 pastillas decomisadas por el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) en el centro de San José, inicialmente sospechosas de contener fentanilo, resultaron ser una mezcla de éxtasis y cafeína.
“Hace unos días la PCD decomisó 32.000 pastillas que podríamos presumir que fueran fentanilo; el dictamen (forense) ya salió y dio negativo, entonces ahí nos damos una lucecita de tranquilidad (...) y una lucecita de tranquilidad en el sentido de esa sustancia como tal, pero evidentemente esa cantidad de dosis de éxtasis es considerable”, manifestó Soto.
El pasado 6 de febrero, el MSP comunicó que “fueron alertados por la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) de la presencia de fentanilo en el país; la PCD realizó un allanamiento en un local comercial y fueron detenidas dos personas con más de 30 mil pastillas que contienen esta peligrosa droga”.
Soto señaló que la información que tenían las autoridades del MSP inicialmente era que las pastillas serían una mezcla entre éxtasis y fentanilo, por lo que “estaríamos en aprietos graves”.

Por este hecho las autoridades detuvieron a dos hombres de apellidos Núñez Marte y Quesada Quiel, quienes permanecen en prisión preventiva.
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Diferencias entre éxtasis y fentanilo
El éxtasis, conocido químicamente como MDMA, es una droga sintética con propiedades estimulantes, que es conocido por su capacidad de intensificar las emociones positivas y disminuir la ansiedad social. Sin embargo, su uso conlleva riesgos como deshidratación, hipertermia y daños neurológicos a largo plazo.
Generalmente se consume en entornos festivos, como discotecas, debido a que induce sensaciones de euforia y mayor sensibilidad sensorial.
Sin embargo, su uso puede conllevar riesgos significativos, incluyendo hipertermia, daños renales, alteraciones del ritmo cardíaco y daños en neuronas. Además, su consumo frecuente se asocia con daños en la memoria y el estado de ánimo, según ha señalado Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) .
Por otro lado, el fentanilo es un opioide sintético extremadamente potente, utilizado médicamente para tratar dolores intensos, especialmente en pacientes con cáncer o que requieren analgesia tras cirugías. Es 50 veces más potente que la heroína.
En el mercado ilícito, el fentanilo es responsable de numerosas sobredosis debido a su alta toxicidad y facilidad de adulteración en otras drogas. Los efectos incluyen sedación, euforia, alivio del dolor y depresión respiratoria. En dosis elevadas o combinaciones con otros depresores del sistema nervioso central, como el alcohol o las benzodiacepinas, puede provocar depresión respiratoria severa, coma y muerte.
Según datos de la Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas 2022, del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), el grupo etario con mayor incidencia en el consumo de fentanilo en nuestro país es el de 30 a 39 años, donde 16 de cada 10.000 personas reportan haberlo utilizado en algún momento de su vida.
“El riesgo se extiende a jóvenes y adultos en general, de manera que resulta clave en este momento crear consciencia y reforzar cualquier acción que podamos emprender en conjunto como sociedad para frenar la escalada de esta problemática”, manifestó Mónika Hidalgo, farmacéutica y máster en farmacodependencia del Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica, en un comunicado divulgado a finales del mes pasado.
Es importante destacar que, aunque ambas sustancias pueden presentarse en formas similares, como tabletas o pastillas, sus efectos en el organismo son significativamente diferentes y conllevan riesgos particulares. La confusión o el desconocimiento sobre la composición de las pastillas puede aumentar el riesgo de consumo accidental de sustancias más peligrosas, como el fentanilo.
Mientras en la calle una pastilla de fentanilo se comercializa entre $5 y $10 (¢2.500 a ¢5.000), el éxtasis se vende por peso y su valor varía según el origen. Así las cosas, 1 gramo de MDMA holandés podría costar ¢16.000 y 5 gramos valdrían ¢70.000; mientras que el gramo mexicano está valorado en ¢20.000. El precio de esta droga disminuye si la compra es mayor.
Colaboró en esta información Vanessa Loaiza.