El padre de Yuliana Ureña, José Garos, explicó que durante su declaración en el juicio que se sigue contra un hombre de apellidos Acuña Sandoval por el femicidio de su hija, no volvió a ver al acusado, pues sus pensamientos lo impulsaban a tomar la justicia por sus propias manos.
“Yo me propuse ver a la señora jueza, nada más escuchar lo que decían los abogados y los fiscales. En ningún momento volví a verlo porque lo único que me pasaba por la cabeza era ir y tirármele encima”, aseguró.
El dolor por la ausencia de Yuliana embarga a su familia desde aquel 21 de setiembre de 2023, cuando su hija fue asesinada por un hombre que la violó, tras abordarla en la vía pública y arrastrarla a un lote baldío. La noche del ataque, la joven, de 19 años, se dirigía al colegio nocturno donde estudiaba, en Ciudad Quesada de San Carlos.
El juicio por este crimen se inició el 9 de diciembre y al día siguiente los padres de la víctima declararon en presencia del acusado, quien tiene antecedentes por delitos sexuales y además es juzgado por otras violaciones cometidas contra una menor de edad. Ese fue el único día del proceso judicial en el que los padres de Yuliana acudieron a los Tribunales; el resto de los días dejaron a cargo a sus representantes legales.
“Cuando mi esposa estaba declarando, fue muy difícil para ella, porque él (el acusado) comenzó a sonar las esposas, para distraerla y molestarla. Uno de los abogados de nosotros le pidió a la jueza que le dijera que por favor dejara de hacer eso”, relató Garos.
“Cuando terminó de declarar, yo le tuve que ayudar a mi esposa a salir de la sala, la sentamos y hasta íbamos a pedir una ambulancia de lo mal que estaba”, agregó.
De acuerdo con Garos, su esposa, Roxana Quirós, no es la misma desde que ocurrió el femicidio de su hija. Su salud se vio comprometida, el estrés es alto y los problemas psicológicos también se hicieron presentes. Además, hace poco fue diagnosticada con diabetes y presenta problemas en la columna.
Antes de perder a su hija, la mujer realizaba decoraciones para fiestas y piñatas; sin embargo, según su esposo, desde el día de los hechos no volvió a ser la misma, y aunque aún se dedica a su oficio, no lo hace al volumen de antes. “Yo trabajo muy poco porque tengo que cuidarla. Todo esto ha conllevado a que la vida que llevábamos anteriormente diera un giro. Tanto a nivel psicológico, como económico, nuestra vida ha cambiado completamente”, comentó.
‘Condena no nos va a devolver a mi bebé’
A pesar de no ser el padre biológico de Yuliana, José fue quien la crio desde que era apenas una niña. Su vínculo no se basaba en la sangre, sino en un amor que trascendió cualquier lazo biológico. Nunca dejó de verla como esa pequeña bebé que un día tomó en sus brazos y cuyo amor nunca dejó de crecer.
Consentida y adorada por todos, la joven dejó un vacío irreparable en la familia tras su femicidio. Garos es consciente de que ese vacío jamás se llenará, ni siquiera con una condena. “Que esté cerca una condena para ese hombre, no nos va a devolver a Yuliana, no nos va a devolver a mi bebé. Pero eso va a evitar que él ande en la calle haciéndole daño a otras mujeres. Eso, en este momento, es lo más importante para nosotros: que se mantenga en la cárcel”, aseguró.
El miércoles, la Fiscalía solicitó 115 años de prisión contra Acuña Sandoval. De acuerdo con Alfonso Ruiz, abogado representante de la familia de Yuliana, la solicitud contempla la pena máxima por el femicidio, que es de 35 años, y 32 años por las dos violaciones a Yuliana. Asimismo, se piden 48 años por tres violaciones en perjuicio de una menor de edad.
Sin embargo, aclaró que por la normativa constitucional vigente en Costa Rica, la pena se ajustaría a un máximo de 50 años de prisión.
Respecto a la solicitud de pena, el padre de Yuliana afirmó que confían y creen que la condena que el hombre recibirá será la que él merece. El allegado añadió que, como familia, están muy agradecidos tanto con el Ministerio Público como con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) por los procesos previos que se realizaron en el caso de su hija.
La sentencia por este caso se conocerá a las 9 a. m. del lunes 6 de enero próximo.
Inicio complicado
Ruiz afirmó que el inicio del juicio estuvo marcado por el comportamiento del acusado. “El imputado generó inconvenientes en el ingreso, no se quería bañar, no quería desayunar. En la etapa del juicio, retó a pelear a un carcelero. Se enojó conmigo porque le hice ver que estaba haciendo mucho ruido con las esposas. Es una persona complicada y conflictiva”, comentó.
Sin embargo, días más tarde, la conducta del hombre cambió y optó por acogerse a una actitud más colaborativa y respetuosa.
“La prueba es fuerte y contundente y esperamos que se plasme así en un resultado de una sentencia ejemplar. Para que las personas que son como este sujeto entiendan y aprendan que, en definitiva, algún día tendrán que pagar por sus actos”, concluyó Ruiz.
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Wendy Barquero, abogada de Acuña Sandoval, solicitó este jueves que su defendido sea absuelto de todos los delitos que se le imputan. Entre otras cosas, alega que hubo una errónea formulación de la acusación y la querella, que no se hizo un adecuado levantamiento del cuerpo de Yuliana y que la escena resultó contaminada.
Pidió también la absolutoria por los delitos de violación en perjuicio de otra menor de edad, pues sostiene que no hay suficientes hechos probatorios.
Colaboró en esta información el corresponsal Edgar Chinchilla.