En Zarcero de Alajuela, la alcaldesa Gina Rodríguez Rojas celebra que su cantón no ha tenido homicidios en los últimos dos años. Afirma que una de las razones más importantes de este resultado es la coordinación con el Ministerio de Seguridad para realizar patrullajes en las comunidades e intervenir de manera constante en cuarterías.
La economía del cantón alajuelense, que queda 67 kilómetros al noroeste de la ciudad de San José, se basa principalmente en la agricultura, especialmente en el cultivo de café. Por ello, el municipio coordina con los finqueros para que, al contratar mano de obra, extremen precauciones y reduzcan el riesgo de emplear a personas que puedan infringir la ley.
Entre los delitos más comunes en esa comunidad, se encuentran los robos de productos agrícolas, el hurto de ganado, pequeños robos y la venta de drogas en colegios. “Cada vez hay más ingreso de drogas, préstamos ‘gota a gota’ y otros ‘actores’ con los que debemos luchar”, reconoció la alcaldesa.
Rodríguez informó de que se está activando el Comité Cantonal de Coordinación Institucional con el objetivo de que todas las entidades con impacto social, cultural, deportivo y recreativo trabajen en conjunto con el ayuntamiento para lograr una población más comprometida y un entorno más seguro.
Otra meta a mediano plazo es contar con un cuerpo de Policía Municipal y crear redes de atención para la población en situación de mayor vulnerabilidad.
Actualmente, se trabaja en la recuperación de áreas públicas y la apertura de más espacios para la recreación, el esparcimiento y el deporte, con el propósito de integrar a la comunidad. Además, se promueven comités vecinales que participen activamente en los proyectos preventivos.
Rodríguez añadió que Zarcero no está exento de la inseguridad que afecta al país y, por ello, hace un llamado a la denuncia ciudadana para contar con datos reales sobre hurtos, tráfico de drogas y otros delitos que el gobierno local busca minimizar.
Fuerte operativo deja ver riesgo de perder paz
El alcalde de Acosta, Nelson Umaña Quirós, señaló que pese a estar a solo 28 kilómetros de la capital, se trata de un cantón rural cuya economía está basada en el cultivo de café y la ganadería.
De los 22.000 habitantes, aproximadamente 7.000 se trasladan diariamente a trabajar en San José. Según Umaña, Acosta es un cantón muy seguro, donde las personas aún pueden salir de noche sin temor, y la población no ha tenido que extremar medidas de seguridad como en otros lugares.
Los delitos más comunes allí incluyen el hurto de ganado y robos en cultivos de frutas. Sin embargo, también se han detectado casos relacionados con drogas. En diciembre, el OIJ realizó 24 allanamientos en los que se detuvo a 21 personas, incluidos cuatro policías y una funcionaria judicial.
Presuntamente, este grupo narcotraficante contaba con la colaboración de policías y de la funcionaria para vender marihuana y cocaína en varios puntos, entre ellos, los alrededores del colegio local.
Ante esta situación, el alcalde subrayó la importancia de prevenir la llegada de homicidios y otros delitos asociados al narcotráfico.
En ese sentido, comentó que se encuentra en conversaciones con la Embajada de Estados Unidos para implementar un centro de videovigilancia. Actualmente, Acosta cuenta con ocho cámaras en San Ignacio, monitoreadas por la Fuerza Pública. Se espera reforzar la seguridad con más cámaras y una nueva delegación en el distrito de Sabanillas.
“No queremos esperar a que el sicariato se instale para reaccionar. Queremos conservar y reforzar la paz social de Acosta mediante la prevención”, afirmó Umaña.
El cantón también limita con Parrita, en el Pacífico central, y se está asfaltando la vía que los conecta. El alcalde considera que, de forma paralela a este desarrollo, es necesario reforzar la seguridad e invertir en deporte y cultura para los jóvenes.