EscucharEduardo Ramírez Zamora, quien quedó grabado en una cámara de vigilancia cuando le disparó en reiteradas ocasiones a su vecino, aceptó los cargos para evitar un juicio y cumplirá una condena de 20 años y dos meses de prisión por los delitos de homicidio calificado y agresión con arma.
El crimen tuvo lugar el 3 de junio de este año en el condominio Río Palma, en Guachipelín de Escazú. Otoniel Orozco Mendoza, nicaragüense de 53 años, falleció tras recibir seis disparos por parte de Ramírez Zamora, de 43 años. La policía detuvo al agresor en el sitio y confiscó el arma utilizada en el asesinato.
La agresión quedó registrada en un video que se viralizó. A las 7:31 a. m. de ese lunes, una discusión entre dos vecinas se inició cuando la pareja de Ramírez reclamó a la pareja de Orozco la falta de agua potable en su casa, atribuyéndole que cerraba la llave de paso.
Tras el intercambio de palabras entre las mujeres, los esposos de ambas intervinieron frente a sus casas. Durante el enfrentamiento, Ramírez cargó su arma de fuego y disparó una ráfaga de 10 balazos contra Orozco, quien murió en el lugar.
Aunque socorristas de la Cruz Roja llegaron rápidamente al sitio, ubicado dos kilómetros al norte de Construplaza, no lograron salvar a Orozco.
Otoniel Orozco era padre de cinco hijos, cuyas edades oscilan entre uno y 19 años. Según José Francisco Ayala, abogado de la familia de la víctima, el crimen estuvo motivado por la xenofobia de Ramírez y su esposa hacia sus vecinos. Además, Ramírez tenía pendiente un juicio para el 2 de julio por una agresión previa con arma contra Orozco. Los problemas venían desde cuatro años atrás.
La Fiscalía de Pavas inició la investigación del caso, presentó cargos contra Ramírez y solicitó al Juzgado Penal que se ordenara un juicio, petición aceptada a inicios de octubre.
Antes de que se fijara la fecha del juicio, se programó para este viernes una audiencia en el Tribunal Penal de Pavas. En esta, Ramírez decidió aceptar los cargos y someterse a un proceso especial abreviado, por lo que fue sentenciado sin necesidad de celebrar un debate y de esa forma optó por una pena menor a la que podría recibir en caso de ir a juicio.
