Durante el 2024, la Federación Canina de Costa Rica (ACAN) registró al menos 150 robos de perros en el país, el equivalente a tres sustracciones por semana. Las razas pequeñas y los cachorros son las principales víctimas de estos robos, explicó Rubén Rodríguez, representante de la organización, ante consultas de La Nación.
Según explicó, los delincuentes escogen animales que puedan venderse a un alto precio o para ingresarlos a criaderos ilegales para su reproducción. Ese podría ser el caso de razas pequeñas como bulldog francés, bulldog inglés, pomerania, yorkshire terrier, pug, collie o shih tzu, cuyo valor de mercado oscila entre $2.500 y $1.500 (¢745.000 y ¢1.250.000).
Aunque reconoce que revelar las razas le facilita el negocio a los ladrones, es consciente de que los delincuentes ya han estudiado ese mercado y saben que los animales más pequeños son más fáciles de sustraer, pues hasta en un salveque los pueden ocultar. Además, no descartó que existan alianzas con criaderos ilegales que le piden a los delincuentes que les consigan razas específicas, que adquieren a montos mucho menores a los de mercado.
El hecho más reciente ocurrió el lunes pasado, cuando dos sujetos en moto amenazaron a un hombre con un cuchillo y le robaron a su perrito bulldog francés en Mercedes norte de Heredia. El animalito, que padece una discapacidad, no aparece.
El representante de ACAN destacó que, tras una sustracción, los dueños deben notificarlo al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de inmediato para no perder tiempo valioso. “Los perros son miembros de la familia, la afectación para los dueños es incalculable, es como que le hagan un secuestro a un ser querido”, comentó Rodríguez.
En caso de que el perro sea recuperado, recomendó acudir a un especialista en conducta canina para que la mascota inicie un proceso de readaptación y reinserción en su familia, especialmente si el robo ocurrió con violencia.
“Estos casos son reprochables y las autoridades tienen que tomar esto con la misma seriedad como si fuera un secuestro de una persona”, añadió. La Nación le consultó al OIJ la estadística de robo de mascotas en el país, pero se está a la espera de respuestas.
Para prevenir el robo de mascotas, Rodríguez sugirió transitar con los animales en lugares seguros o realizar caminatas grupales, así como mantenerse alerta al entorno. También mencionó que existen collares y microchips con sistemas de rastreo que, mediante aplicaciones, permiten localizar al animal.
Thor, el bulldog francés robado
El robo de Thor, el bulldog francés, ocurrió el lunes a las 10 de la noche, cuando uno de sus dueños lo sacó a caminar en vía pública. Rebeca Zeledón, de 38 años, hijastra del afectado, relató que el animal empezó a llorar porque quería salir, algo poco usual porque contaba con un patio amplio para jugar. Sin embargo, en ocasiones disfrutaba salir a pasear.
El esposo de su madre decidió llevarlo cerca de la casa, dentro de la misma cuadra, para que se despejara. “Yo me quedé conversando con mi mamá y, de pronto, él llegó y dijo que lo asaltaron y le robaron al perro”, relató Zeledón.
Thor, cuya raza está valorada entre ¢300.000 y ¢500.000 por espécimen, es un macho de color negro con una mancha blanca en el pecho, que además es sordo.
Aunque resultó extraño que los delincuentes solo se llevaran al perro y no el celular del hombre, los videos de seguridad de los vecinos confirmaron su relato. Por razones de seguridad, Zeledón prefirió que la identidad del afectado no sea revelada.
En los videos se observa al hombre caminando con Thor por una acera cuando una motocicleta, con dos individuos que aparentaban ser repartidores de comida, se acercó. Uno de ellos descendió y comenzó a forcejear para quitarle al perro.
“Él les decía ‘tomen el teléfono’, que es caro, pero no se llevaron el teléfono, se llevaron al perro”, relató Zeledón. “Como él no quería soltar al perro, uno de los tipos le puso un cuchillo de cocina en el cuello y le dijo que le soltara al perro”, agregó.
Los asaltantes llevaban un bolso de repartidor donde intentaron meter al perrito sin éxito, por lo que lo subieron a la motocicleta aún sujetado de su correa. Thor reaccionó mordiendo al asaltante, pero no pudo evitar ser llevado a un lugar desconocido.
En el trayecto, una conocida de la familia presenció la escena y grabó el momento en el que los dos motorizados luchaban por controlar al perro. Sin embargo, debido a la distancia y la oscuridad, las imágenes no son claras. “El esposo de mi mamá tampoco pudo ver si la moto tenía placas por el susto”, agregó Zeledón.
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Tras recopilar los videos, la familia presentó la denuncia correspondiente en el OIJ y compartió la información en redes sociales esa misma noche. Varias páginas animalistas se unieron para ayudar a encontrar a Thor.
Desde el incidente, la familia vive con miedo de que algo peor pueda suceder, al igual que los vecinos de la comunidad, quienes temen por la creciente inseguridad. Según Zeledón, algunos residentes evitaron compartir sus videos para no exponerse a represalias.
Además, la familia ha recibido mensajes de estafadores en redes sociales, quienes, utilizando fotos de otros perros, intentan engañarlos y pedirles dinero.
Zeledón puso a disposición el número 8503-0250 para que cualquier persona que tenga información sobre Thor se comunique con ellos. “Lo extrañamos mucho y mami está muy afectada”, concluyó.
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