Un informe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), al que La Nación tuvo acceso, descarta la versión inicial sobre el origen de una violenta riña ocurrida el jueves 7 de febrero dentro del bar Dude’s, ubicado en el centro de Heredia y que culminó con el asesinato de dos primos, cuyos cuerpos fueron enterrados en una fosa en el sótano del establecimiento.
En un principio, las autoridades judiciales manejaban que la pelea se desató cuando un amigo de los primos Carlos Alberto Barboza Chacón y Jorge Humberto Barboza Abarca ingresó al bar y se topó con su expareja sentimental, acompañada de otro hombre. Según declaraciones iniciales, el amigo habría entrado a donde estaba la pareja y la habría increpado, lo que generó una riña.
Sin embargo, el nuevo informe judicial, sustentado en entrevistas con testigos y análisis forense, contradice esa versión. Aunque luego del reclamo por parte del amigo de los primos, el propietario del bar, Jean Franco Segura Gómez, llegó a mover mesas y sillas con la intención de permitir que el supuesto triángulo amoroso resolviera sus diferencias a golpes, esa pelea nunca ocurrió. La mujer, su acompañante y el amigo de los primos abandonaron el local después de que se intentara iniciar el altercado.
El expediente informa que los primos Barboza permanecieron en el bar hasta la madrugada del viernes 8 de febrero. Testigos relatan que compartieron bebidas con Segura Gómez, pero la situación se tornó tensa cuando Jorge Humberto amenazó a los empleados del bar, afirmando que era capaz de “acabar con todos”.
Fue entonces cuando se desató la violencia. Según el análisis del OIJ, Jorge Humberto y Jean Franco se enfrentaron a golpes hasta que este último logró reducirlo. Mientras tanto, Carlos Alberto, quien dormía sobre la barra en estado de ebriedad, fue atacado a puñaladas por empleados del local. Posteriormente, también Jorge Humberto fue asesinado de manera similar.
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“El móvil real de la riña habría sido un enfrentamiento de egos y una lucha de poder y hombría entre Jean Franco y las víctimas”, indica el documento del OIJ.
El informe señala que Segura Gómez habría sido el instigador del ataque y que, mediante una señal no verbal, ordenó a sus cómplices a continuar con la agresión. Los otros implicados son Rodríguez Pastrán, Díaz Álvarez, Bravo Díaz y Rodríguez Rivera.
“Situación que tuvo que surgir entre el ofendido Jorge Humberto Barboza Abarca y Jean Franco Segura Gómez, quien en asocio con sus cómplices, no tuvieron reparo alguno en ensañarse y acabar con la vida de los ofendidos”, detalla el informe. Añade que Carlos Alberto fue asesinado mientras dormía, sin oportunidad alguna de defenderse.
Análisis forense
Un análisis forense determinó que Carlos Alberto Barboza murió a causa de una herida punzocortante en el cuello que laceró la arteria carótida derecha, provocándole una hemorragia fatal. Su cuerpo presentaba un total de 66 heridas de arma blanca, distribuidas principalmente en zonas vitales como el cuello, la espalda, el abdomen y la pelvis, con afectaciones a órganos internos como los pulmones, el estómago y el bazo.
Una de las lesiones más graves alcanzó una profundidad de 17 centímetros, causando hemorragias en ambos pulmones, evisceración de intestinos y daños en el sistema respiratorio. Además, presentaba traumas en la cabeza, con signos de golpes y sangrado cerebral, lo que sugiere que fue agredido físicamente antes o durante el ataque con arma blanca.

El ataque ocurrió mientras Carlos dormía en la barra del bar Dude’s, según el testimonio de un guarda de seguridad. Este relató que en ese momento se desató una pelea entre Jorge Humberto Barboza y el dueño del bar, Jean Franco Segura Gómez. Mientras agredían a Jorge, Carlos fue apuñalado sin oportunidad de defenderse.
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Jorge Humberto Barboza, por su parte, también murió a causa de una herida profunda en el cuello que cortó la arteria carótida izquierda, lo que le ocasionó una exanguinación. Su cuerpo mostraba cuatro puñaladas en el cuello y señales de trauma craneal, incluyendo hematomas en el rostro, fractura nasal y heridas contusas en la frente.
Ambos hombres, primos entre sí, fueron brutalmente atacados mientras se encontraban en estado de vulnerabilidad. Las lesiones reflejan una violencia extrema y deliberada, dirigida a neutralizarlos rápidamente y asegurar su muerte.
Luego del doble homicidio, los agresores cavaron una fosa en el sótano del bar para ocultar los cuerpos. Esta tenía forma de tanque séptico y una profundidad de 1,60 metros. A pesar de las dificultades del terreno, lograron enterrarlos y continuar operando el bar como si nada hubiese pasado.
El caso comenzó a investigarse como una desaparición cuando los familiares de las víctimas denunciaron su ausencia el 8 de febrero. Las cámaras de seguridad del lugar fueron clave, ya que mostraban su ingreso al bar, pero no su salida. Cuatro días después, el OIJ confirmó el hallazgo de los cuerpos en el mismo lugar donde fueron asesinados.
Actualmente, siete personas están en prisión preventiva por su presunta participación en los hechos. Entre ellas se encuentra el dueño del bar, Jean Franco Segura Gómez. Además, otras dos personas (el hermano y la pareja sentimental de Segura) están siendo investigadas por el delito de favorecimiento, con medidas cautelares distintas a la cárcel.